viernes, 11 de diciembre de 2009

Dormido

Así quedé, sin alarmas que fraccionen mi siesta sin sueño. Colgando a mis brotes de sus entrañas más íntimas, incomunicado y aislado en una habitación sin rejas.
Fue cayendo de a poco la cara de la noche, fui fumando mi aislamiento renegado, e indignado dejé caer las piernas y con ellas todo mi dolor y mi cansancio.
Abatido por el tiempo, sin que éste tienda a parar en ningún momento, a sublevarse ante la rotación, percibí nota tras nota, y seca tras seca, hasta que los guardianes se hicieron presentes nuevamente dentro del bunker para reiterarme mi condena.
Hoy escribo y describo ésta situación que se prolonga bifurcada por el tránsito de las horas. Trato de olvidar que me he encontrado perdido, desaseado, deshidratado por falta de tu saliva, de tus jugos multifrutales que me has sabido compartir en aquella isla sobre el borde de tu retrato.
Buscálo, interconsultálo. A quién? A vos mismo? Sabés lo que querés cuando lo empezás a buscar? Y si lo hallas, sos consciente de que lo tenés en tus manos, dentro de la cabeza?
Ellas son las reinas, del histerismo. Son radares espías, juegan para él, para vos, para tu otro. Confesálo, te ubicás y te condenás para que vuelvan y te juzguen, y te encarcelen, y te supliquen que dejes ese primer plano.
El protagonismo se gana desde el anonimato, y no blasfemando tu nombre por doquier, entre ellas y esos, entre quienes te buscan para salvarte, para matarte.
Hasta de revoluciones no me hables, querés?!!! si bajás no volvés a subir. Te terminás enterrando. Date cuenta, si toda la noche que pasó te estuve velando…

1 comentario:

  1. Que recuerdos me trae todo esto que estoy leyendo...
    Me alegro muchisimo que le expreses al mundo y a los que te queremos tu arte...
    A.R.
    CO

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