lunes, 7 de diciembre de 2009

Caída sin sueño

H úmeda, aquella tarde en la que te reze un par de minutos antes de cambiar de religión, y fuiste vos la que se bajó del barco otros 10 minutos después.

No se avista el arcoiris mi capitán!. Debemos rotar hacia el sur, y refrescar la lista de llamados, son todas complicaciones, son todos tal vez!, quizás!, veo!, se me complica! Ahora no!, etc.

Miedo, temor, inseguridad ante las garras del león, presas que terminan siendo cazadoras, y león que finaliza su caza, cazado, sin comer, y rodeado de estofado sangriento.

De vez en cuando la soledad te acompaña y te ceba unos mates, te hace escuchar unas cuantas e infitamente adorables canciones para que luego vuelvas a fijarte en el reloj y te autointerrogues cuánto tiempo perdiste solo, pretendiendo engañarte.

Para esto era tu libertad? Para encontrarte solo con tu soledad, y con esos mates fríos y lavados que nos das? Semanas en cautiverio para nuevamente fracazar aislado, incomunicado, asexuado y viendo a las agujas que no detienen su marcha y se fagocitan entre sí por ver quien llega primera al minuto. A los 10 que te mantuvo en vilo al teléfono para luego decirte NO!. O atocigarte con 100 mensajes de texto en los que el hilo de la conversación se marea y se desmaya, para luego despertar en un rincón del ring y con todas las cuerdas flojas.

Es tarde de pesadillas, es noche de lobos voraces, es noche de eñgaño, de trampa y pastillas que te adormecen y golpean hasta derribar tu propia derrota.

El sol se refugia entre los edificios, él no quiere saber nada. Es tu problema, ni amigo ni testigo, más bien acompañante sin terapia. El psi no es un SÍ!, siembra duda y cosecha malestar! Final de partido abierto en donde se te corta la señal y te perdés el último penal decisivo. Gracias Freud! Bendito en nombre de todos los sueños que has interpretado y no has soñado! Hombre de mil mujeres, pecador y pescador al igual que todos. Finalmente has sido víctima al igual que yo de una caída sin sueño.

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