viernes, 24 de diciembre de 2010

Árbol

Allí está él, a pocos metros de mi. A 9 días de nuestro últtimo encuentro. Las luces lo visten bien al enano. No hace falta regarlo, y si quisiera verlo crecer me lo arrancarían en tan solo días. Resucitará dentro de un año aproximadamente, y sus raíces bañarán un futuro entre algodones, lágrimas y gotas de sudor.
Lo nombro, lo describo y lo constituyo a través de éstas palabras, ya que es mi única compañía en esta noche de verano.
Aunque mi otro Lisandro, Aristimuño, me diga que “cerrar los ojos es perder”, hoy tengo que dormir, hoy me tiene que tocar, por más que las blancas paralelas se repitan una y otra vez debajo de mis ojos.
Ella termina siendo fría, como verdaderamente me gusta, casi congelada. Existen canciones a las que dejaré pasar, una y otra vez, hasta que el hartazgo se vuelva éxtasis, hasta que el sol me derrita delante de tus ojos.
Si bien me retobo hasta chiquilinamente con lo que me ha tocado ser, no logro desprenderme de este padecimiento. No creas que la comodidad yace en tan poca cosa.
A una semana del fin, de una nueva llegada, miro hacia atrás y me dejo alcanzar hasta momentos menos felices. No creo estar peor, pero debo admitir que me falta un largo trecho por recorrer para estar bien.
No soy de mutar facilmente hasta convertirme en un híbrido. Me afectan y lo saben, me pueden y lo juegan. Mi sensibilidad me hace y me deshace a placer, y sin que ni una pizca de maldad forme parte de mi configuración, mis actos, producto o consecuencia de mi mediocridad, terminan ofendiendo y hasta hiriendo como si fuesen balas enfermas y altamente letales.
Debo reconocer que últimamente he sido ignorado, y me lo debo haber ganado en buena Ley, a causa de mi liviana pesadez, resultado de mi no querida insoportabilidad.
El cansancio, el hartazgo, es fácil de despertar en seres tan poco sensibles y pasajeros. Al girar sus cabezas más allá de sus hombros, podrán sin proponerselo, algún día, de noche o al atardecer, saberlo admitir. No soy tan poca cosa.
El saldo invariablemente es negativo. Al ganar hemos de perder. Nadie se siente victorioso en la derrota, ni muchos menos perdedor en la victoria. La vida es como una moneda alternada, y si caemos de una lado no caeremos nunca en los dos, por lo que existe un destino inalterable, superior. De esta manera, el todo termina siendo la mágica ilusión de la que el hombre se aferra para no reconocer su finitud.

viernes, 17 de diciembre de 2010

pasa, pesa, duele, se reconstruye y...

Sigue la cinta dando luz, y entre corte y quebrado, el protagonista se desintegra para volver a forjar un nuevo ente. Quizás sea el mismo, aunque se sienta desde otro lado.
Las fotos que se fugaron del árbol predican caminos impensados, escenarios traumáticos a los que en su momento, él les relatará un recuerdo vago que sintió allá lejos, en donde el tiempo carecía de razón.
Un corazón compartido, con partido de pronóstico reservado, cerrado al destino, pero abierto en cada respiro al mundo, a esta ilusión que alguien ha proyectado y de la que todos somos muñecos articulados, juguetes de un ser caprichoso y mañero.
El guerrero se hace sobre la marcha de la lucha incoherente, no he nacido lamentablemente con ciertos dotes propios del canibalismo de hoy, del sujeto reinante. Sin embargo, el reflejo no me devuelve oprimido. La furia será y hará lo que incontrolablemente tenga preparado, y el devenir tendrá que cargar hasta con mi propia muerte.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

quién es quién?

La gente se vuelve obsoleta. Dejan de ser vehículos, puentes, canales hacia un estadio avanzado y sin sentido, lejos del tiempo, infinitamente apartados del lugar.
En ellos me busco, y jamás podré hallarme. No existe partícula en donde compartir la materia. Lástimas y penas, en cantidades que avasallan mi individualidad.
El error forma parte del sistema, lo alimenta y lo vuelve orgánico. La cobardía te hace mediocre, y es en ella que te relames de ser, de ser quién?.
Aturden los incontrolables, me vuelven reaccionario, represivo. Me de asco la pasividad y la intolerancia al no saber escuchar. Esa máscara indiferente que mostrás cuando te envulevo y te mareo con tu reflejo.
Quién he de ser sin mi? Y si ya no soy yo, y si me fui para encontrarme y me dejé olvidado en ti?.Y vos? Para que me removes en vos, tratando de deconstruirte para reencarnarte en mi?.
Estoy realmente cansado de tu sin respuesta!. Hemos encontrado la enfemedad para sabotear la plenitud pulcra de nuestra salud. Y en la distancia me vuelvo lobo, y el aullido se pierde entre las estrellas al no encontrar una nueva luna.
La noche los atrapa bajo su incansable manto. El sol será quien se encargue de desmascarar el misterio. Un nuevo secreto al desnudo, luego de pasearse arropado ante la pobreza de la complicidad.
Vidas que se entremezclan y se empantanan para potenciarse y volverse a estrellar.
Necesitamos de lo que no queremos para seguir queriendo lo que no queremos ser. Y es en ese momento, en el cual el todo se parece a la nada, en la finitud de las cosas, en la plenitud de lo improbado.
Quién es quién para decir, afirmar, y repetir hasta el hartazgo quién soy?. Ni yo lo he podido descifrar en infinitudes, ni aquellos que se jactan serán apenas testigos. El consecuente ha pactado y se ha entregado al destino. La mueca se desdibuja, la huella se pierde en el anonimáto de otro caso sin resolver. Te di el arma, las balas las pusiste vos, y ambos sabemos que ocurrió.
La tecla se hace tardía, el cansancio desvanece, y es en aquel cosquilleo que nos rehiciste para volver a desarmarnos, producto de tus antojos siempre bien maldecidos por mí. Somos uno, la bipolaridad nos divide, y un diagnóstico falso queda ahorcado. Me río. A veves, me divierto ante tanta sanata barata y tan bien vendida, aunque ellos no saben que ya no la uso.

viernes, 3 de diciembre de 2010

picota

La escalera se convierte en avenida por donde se deslizan hasta llegar a la picota. Son reos por desafiar la frialdad. El calor espumoso se vuelve nieve de primavera, mientras que el año cruza al último limpiavidrios con un gesto tatuado de rock.
Las bengalas de amoníaco iluminan un dique semidesierto, aunque tu corazón invite a una travesía más desafiante, él se guarda bajo sus paredes a sembrar un tiempo de soledad. El cansancio, la desgana y la blanca tensión, hacen regasificador nuestro accidente geográfico. Algo más que un corazón desteñido.
Las puertas vibran desde lo profundo hacia el camino que, estrellado en ella, te salteás para seguir rebotando entre las rejas.
Siguen aspirando a mantenerse, en primera clase del negocio social te han encapsulado, y con una tentadora combinación de discursos vacíos, la pelota se pierde entre tibios aplausos, mientras que algunos se atropellan por destacar rasgos victoriosos de un pasar ambiguo, y otros llaman a la reflexión ante el avance de enfermedades y virus mortales.
El fin es una extensa, extasiosa y bella canción. The end, this is the end, my only friend, the end.
Entre espionaje diplomático los encontrarás, tratando de doblar una vez más el imperio para no quebrarlo. Funcionalismo sensacionalista y hasta con cierto tuch revolucionario. Mi presupuesto es una sábana corta que no alcanza a tapar los pies y las cabezas al mismo tiempo. Dependo de vos bonita!, y por momentos el aire deja de estar.
La Cristal se endurece, es una noche sin luz chiquita!, oscuridad sin luna. La bañera me espera en París, con aguacero. Supe tener un recuerdo de mi muerte, hasta que un tal Vallejo me primerió. Entendí de cuervos, luego que Poe me desembrazó al gnomo.
Crié y viajamos, dormí y olvidamos sueños por rivotril. La vida es inagotable, inabarcable. Una extensa llanura de pampas que luego deviene en desierto y se convierte en agua. Al mar de los carajos Irán a parar las almas. Y un Dios-Diablo se regocijará sobre sus putas, la verdad es la mentira más grande, la verdad es nuestra mentira más abarcativa.
De polo a polo, la magia se consume con money. Fuck you!. Los cadáveres llenan estadios y siguen volando por el éter. La verdad sigue siendo la única mentira capaz de saciarte, y una vez lleno, le pedís de rodillas al vacío permiso para entrar.

lunes, 15 de noviembre de 2010

yendo

Fui, y corrimos tanto que perdi el último rastro de mi. Los dejé al unísono en el que me abandonaron. Encapotado, la fría dureza no se moja ante la lluvia dominical.
La televisión enmudecida, es solo una imagen congelada del ayer. Las respuestas no accedieron a mis persistentes requisitorias, y para colmo, ella, la única, se enrareció y mutó para quebrarme.
Aspiro una nueva derrota, y no por ser tal, sino más bien por encontrarme incómodo en mis victorias incompletas.
Voy yendo, siempre dentro de mis fronteras, a ningún lugar. Voy buscando perdido lo que no encontré cuando me vi. Cuando pareciera que acaricio la claridad, me arrebato, y mi oscuridad me envuelve otra vez.
Ya no hay nada que concuerde, la distorsión disociada me pulveriza. Mis ruinas han levantado otro muerto idolatrado, y tu voz de silencio me aturde. Y tu ausencia de misterio me encierra de a poco dentro de mi cárcel.
Los nuevos horarios, las nuevas tendencias, y la máquina de seguir para adelante sin sensibilidad me consume consumiéndome.
Consumo, con sumo cuidado, no entiendo. Extremistas, se vuelven al todo para conseguir la nada, y yo, no logro romper mis ataduras.
El agua ha perdido sus particularidades, y parece ser que soy el único que advierte dicho flagelo humano. Qué bárbaro!, seguimos siendo las únicas víctimas de nuestros propios crímenes. Homicidas de asesinos, la regla se repite hasta el hartazgo.
El error no cambia en su concepto original, por eso sigue siendo error. La espera radica en vivir de la reacción ajena, sin dejar aflorar los propios impulsos.
No existe pausa que modifique tu dirección. Aciegada te volvés nula, y parasitás en mi olvido, te alejas, estas comenzando a desaparecer.
Las revistas me llaman a contemplarlas sin empatizar, y esos últimos libros dormitan en mi indecisión. Sigo yendo al repetidor, estancado, el lodo lo recubre todo, hasta el derrumbe, caída precipitada alrededor del corazón. Nos están acorralando, las alucinaciones van destripando este día tan poco inocuo.

martes, 9 de noviembre de 2010

cimbrón

El cimbrón se desató en el estadio deductivo de la noche, junto a los pormenores con los que nos desafía la vida. Y por aquellos periplos de los que nacimos náufragos, proseguimos enhebrando corrientes que hidratan el incondicional, de viejas y repetitivas secuencias absorbentes. Desfile de superados cadáveres que hacen a nuestro jardín de sombras de flores ausentes, sobre recipientes inconclusos, insensatos y hologramas de cuerpos despavoridos, al reconocerse como ruinas de un alma que viajó. La partida es exilio, fuga, la derrota es total.
Seguimos despiertos para no despertar nuestros sueños con el puñal impuesto que el amanecer consumista exhibe al interrumpir escenas inauditas de las que no tenemos recuerdo, ya que el inconsciente carcelario así lo dispuso. La fase negativa va quedando dividida de la imagen que proyecta una cámara apagada, foto anónima, y el ojo sabio no estará exento de dicho ensayo, aunque el siguiente, sabemos, será distinto.
Giramos, al igual que los celestes, y desconociendo nos reconocemos en el otro, en la palabra constituyente, pendiente de interpretación exacta. Puertas de rock que te tienden su mano libertaria.
La perfección aún no ha sido colonizada por el hombre, que en su avaricia y en la búsqueda, muta y se convierte en la presa perfecta.
Su geografía no conoce de historia. Pedazo de isla de cielo que te arrancaron para hacerte pecado. Y entre las nubes y los rayos de sol te deslizas semi-liviana hasta volcarte sobre el blanco lineal, desde el edén hasta el infierno sin tiempo.
Frágil, en delicados gemidos se entrega la belleza cuando acaricia lo más hondo de la pasión. Éxtasis. No respeta dueños y se sobresale de la madre naturaleza para hacerse irreal.
Fotograma de un corazón que late para servirte y parir amor del dolor, esclavo de tu bondad, prisionero adicto a tu paz que purifica su dolor y lo dispara como esperanza.
Las heridas se visten de cicatrices, de marcas tatuadas en el costado inaccesible de la memoria indescifrable. El imposible se pone de pie y corta el envío. Cansancio y excitación se disputan la integridad, renace la fragilidad, se consume otro desencanto.
Extrañable, su velo ha sabido subordinar las creencias que motorizan tu fuerza, y el combustible se ha vendido, es mártir de un próximo error.

instantáneo

Instantáneo duró solo un momento, para siempre. Un grito desde la obra, y una hoja seca que se cayó del libro. Cubos sobre una masa líquida y salada que me recorre con su calor y me alimenta otro día en el que vivo de mis últimos recuerdos del fin de semana. Placer sin nostalgia, porque aún palpitan en mí.
Instantáneo no es brusco, solo, y en ocasiones, se viste de bollito.
Miró sus nervaduras y sus huecos quemados por el tiempo. Sus terminaciones forzadas, y su añorable entereza. Dibujó sobre nuestros ojos un presente, sin pasado, instantáneo.
Apreciamos la aptitud natural, el don sin esfuerzo y no valoramos el esfuerzo en el trabajo. Instantáneamente el principio y el fin se regocijan con nuestra debilidad, y nuestro escudo se vuelve obsoleto. Indefensos ante el imprevisto, caminamos zombis, la vida nos sobra con su mirada, más arriba, el destino se ríe y se reconforta.
Aquella tarde se distanció un tanto. Los ruidos y los olores contaminaban a lo lejos. La luz débil se colaba por la ventana y tu ausencia me volvía a vos, manteniéndonos unidos.
Entreabierto, absorbía la supuesta realidad, mi entorno más cercano, el lugar que encerraba al tiempo para hacerle el amor, siendo yo el único testigo.
Paz serena, lucidez, apertura que siendo útil, comprende y vive. Lo más cercano a la felicidad, un momento y un lugar, a pesar de vos pero con vos.
La penumbra de los objetos no siempre nos retrotrae a la sombra de nuestros muertos. El ánimo iluminado es calor apacible, y la tarde una flor que se abre.
Ya seremos, por ahora somos, y sin dejar de ser lo que fuimos, seguimos siendo, a veces, instantáneos, al igual que nuestras propias ganas.

martes, 26 de octubre de 2010

intervalo

Impacta por su estructura, de taninos suaves y redondos, su final es amplio y aterciopelado. Se acuesta la tarde del 26 sobre los últimos rayos del dios. Un Suter Malbec 2009 recuerda que la bodega llega a su primer centenario de vino, desde Mendoza hasta mi boca.
Han pasado blancos y desmemoriados delante de mí. Te los he entregado a vos. Escaleras del tiempo que no conducen a ningún lugar, a ningún recuerdo.
Se entumecen las palabras, descompuestas por los sonidos que las atormentan y las violentan, la salud está deteriorada, el cambio de década se anuncia y derriba la puerta.
El humo es inevitable, la pureza solo una ausencia. Tu enfermedad es una alteración moral que ha bañado todo tu ser. Has ido contaminando tus sentimientos con la debilidad que te caracteriza, y para los demás ya no resultás llamativo.
Ya nos hemos distanciado de las ideas, hasta de la acción, vegetamos esperando algún temblor. He sido terremoto sin llegar a terminar en escombro. Hemos parido muertos asesinos una y otra vez, para repetir hazañas y otras derrotas.
La tarde y su extraño virus de distancia, de aislamiento se parece a una varicela que brota en luces naranjas y amarillas sobre la foto de enfrente. El constante cambio a veces se camufla en la quietud, en su inmutabilidad.
Queso y provenzal, ciruelas y fresas se conjugan en el vacío, lo deforman y lo vuelven al inicio. La oscuridad avanza sobre la luz, como ha de hacerlo por el resto de la historia, como ha ocurrido siempre, aunque lo quieran negar.
Mensajes de niños-adolescentes-amigos que rememoran viajes con personas que se han personificado en actores de poco peso para encajar en talles impropios.
El resentimiento implica volver a sentir, a padecer malas experiencias que han ido deteriorando y corrompiendo mi lucidez. Mi hipótesis es cierta. La oscuridad es más fuerte que la luz. La sucesión se corta con intervalos de goce profundo, de placer inaudito. Son muecas, burlas y piedras que desprovistos de cualquier consecuencia le arrojamos al bendito destino. Palabra mayor, gemela de la muerte.Seguiré momificando vivencias a las que adoraré ya plasmadas y encapsuladas, para que otros ojos superiores se posen a descuartizárlas con sus críticas banales e incomprensibles.

viernes, 1 de octubre de 2010

semejanza

“Liberar el alma del resentimiento es el primer paso hacia la curación... El resentimiento nacido de la debilidad no es nocivo más que a lo seres débiles”.
La soberbia derramada por Friedrich Nietzsche, pareciera dejar de ser tal, incomprendido por propios y contemporáneos, “aparece” como una guía, se enciende a un costado de las ruinas como un ente luminoso que desde Ecce Homo amaga hacer de objeto reflectario, alternativa, desvío, pero finalmente contradicción.
El abuelo, como dicen quienes saben, ha sido cigoto, feto, bebé, nene, adolescente, padre, pero jamás llegará a ser abuelo.
Últimamente no encuentro identificación, semejanza, y los pensamientos se repiten luego de haber pegado 360º en casi 365 días para volverme un débil solitario y resentido.
¿Se cuantifica y cualifica la capacidad de amar, como una barra de energía dentro de un video juego?. Quién dijo que la vida es una línea recta, pareciera más una regresión represiva hacia la oscuridad ante la imposibilidad de contar con la plenitud, de poseerla como don inalterable. Finalmente la soledad es compañera anónima, cáncer que se vuelve necesario ante el inevitable estallido.
¿Te podés compartir sabiendo de tu veneno nocivo, aunque más no sea para vos mismo? ¿Seguirá siendo éste, un acto involuntariamente egoísta?
Has cargado espinas y cruces que disimulas y creés haber podido remontar como barriletes. Sin embargo, tus ojos acostados y cerrados, todo lo miran pasar desde el más “abajo” de lo profundo. Has caído sin llegar a tocar, por lo que la finitud de tu precipitada secuencia se estira incansablemente, sin aire. ¿Soltás manos que atan?.
Te han mentido amigo, la libertad es una invención, al igual que el tiempo, y un pretexto perfecto para alimentar el motor de un sistema que se hace máquina y te fagocita antes de llegar a que creas estar un tanto más cerca, o alejado de él. ¿Por qué terminamos siendo consecuencia sin llegar a comprender la causa que fuimos? ¿Por qué los débiles terminan siendo mártires de la historia, para luego, y por intermedio de un proceso de resurrección volverse a encarnar simbólicamente en dioses libertarios? Me cago en Nieztsche.
Si tomo y de tomar ejecuto algún día mi decisión, me haré cargo. Como cargué mis espinas y mis cruces. Como limpié el espejismo para oscurecer la visión y llegar a verlo claro.
Sigo hastiado, de mi y eso puede más que todo. Y ya no hay palabra que signifique acción. Y ya no hay salto que signifique avance, o retroceso. Existe sí, una necesidad de seguir saltando para observar como falso testigo cuánto más abajo he de caer. Me he convertido en un adicto a las masitas “Club Social”, aclaro, sabor queso.
Me he trastocado enfermizamente para no tenerte y perderme hasta de mismo, y sabés qué, en algún segundo profano TE EXTRAÑO.
Si amar la trama más que el desenlace te hace feliz, seguí escuchando a Drexler. Las percepciones equívocas me transformarán en gorila, bien peludo!.
Ésa apropiación que hacemos del “Che” cubano y posmodernista me termina dando risa. El mismo “Che” decía que el verdadero revolucionario no conoce de fronteras ni de países. La verdadera futura revolución es la imaginación. Bien proponía el transformado en mito, “Hacer del trabajo algo creador, algo nuevo”. Por lo otro, hemos de entender, en éste bendito siglo XXI, un nuevo best seller, o una taquillera película de Hollywood.
¿Qué saben, o terminan creyendo intuir, o conocer los gorriones? Mi vuelo es más de Carancho por estos días.
Si vas a protestar, por lo menos no cantés en inglés, por respeto a los caídos en Malvinas.
Dejo en claro mi parecer, tan solo como “parecer”, pendiente de ser discutido, debatido y enriquecido por una mirada superadora. Me pierdo en un fuerte abrazo...

molestia

He comprobado que mi estupidez ya no se soporta. No es sólo un mal que me infecta, sino debe ser, de ahora en más, un peligro latente para todo ser con el que intente relacionarme. Se me hace divertido molestar, llamar, pedir socorro en esos segundos desesperados en donde no quepo en ningún vacío.
La Nueva Escocia se calza su pollera de jueves y salimos a cabalgar por ausencias. Debo estar divagando entre fantasmas, desaparecidos y bebés mutilados por la indiferencia, violados por la saturada información policial.
Rásquense amorfos, la profecía pronostica plagas como yo. Uyyyyyy!. Dan miedo las luces que transitan por las escaleras en horas de la tarde. He visto algo parecido a lo raro, y mis brotes no me dejan mentir.
Necesito un par de líneas, de curvas, de piernas y de minutos a solas. Necesito no necesitar de la necesidad esclavizante. Quietud, ¿en qué rincón de mi pasado te perdí que se me hace cuesta abajo recuperarte?.
En tu pasividad me desato como furia, es allí en donde estallo y me deshago, hasta perderme en un recuerdo no vivido por nadie. Sigo siendo una molestia para mi mismo, y no logro compartirme. Se han vacunado, los han anestesiado ante la necesidad.
No he recibido contestación. En realidad, me retransmito para no creerme completamente desquiciado, un tanto loco, y apartado del análisis.
Soy una molestia, hasta de quien escucho, por más que desconozca de mi luz frente a su sonido.
Mucho, tal vez en solo “un poco” se disuelva ésta incógnita. No tengo, ya no me tengo, ¿qué querés que haga?, se hace divertido, inútil, estúpido y degradante. La humildad se fuma en Viceroy. Prefiero tabaco, estos puchos se deshacen, HORRIBLES!.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

un 29, casi 30...

Preferiría verlos llover, a todos en uno solo, derramando sangre desde mi perversidad, llegando hasta los 30 para colmar tu vaso y volcar.
30 días nos separan de los 30 años, hoy un 29. Miércoles, día d...
La discursividad, devenida un discursividad hipócrita que reina por estos tiempos, deconstruida por los agentes de la máquina de impedir de siempre y vulgarizada a través de un tamiz represor y dominador por el núcleo duro del poder conservador, se vuelve frustrante, y desnaturalizada. Y en la red de relaciones sociales que se propone, como instancia superadora, dinámica, democratizada, y hasta si se quiere revolucionaria y anti-sistema, nosotros, los peces de siempre, quedamos pescados, colgados, atrapados y asfixiados.
Modelos de gestión que hacen pie en viejos mecanismo obsoletos para perpetuarse en el poder con aires frescos de participación ciudadana y popular. Quizás sea mi mirada ennegrecida, quizás, tal vez, no sea tan errada.
Preferiría verlos llorar, a todos en uno solo, apretándose en un abrazo, extendiéndose la mano, volviendo a ser lo que nunca fueron.
Preferiría volver a ser casi un 29, 30 años atrás, y seguir esperando el momento.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Hastiado

Los ratones voladores se golpean sobre el vidrio. Aprovechan la ausencia de la luna para hacerlo. Los pibes patean la noche, el silencio se acalla, se rinde ante el doblaje e inhala ausencias. Lejano, casi yéndose, un sonido cotidiano se vuelve serpentino.

El hartazgo define todo. Un saco que probó el día y le calzó de cuerpo entero. Manifestaciones y “debates” amorfos, de espaldas a la necesidad, indiferentes y hasta infantiles desfilan desvariando, sin sentido. Afuera, la imagen es aún más desalentadora, el mensaje es un montaje vaya uno a saber de quien y para que.

Las carencias y miserias calan todavía más profundo, hoy, al respirar. El hartazgo define todo. Hasta encuadra y lo nombra a mi estado, le da vida, lo personifica y lo hace carne. Esos cuerpos que no están, porque son recuerdos sin palabras, porque son fotos quemadas y licuadas. Estoy realmente harto. Y es el hastío lo que marchita. Me marchita si alguna vez fui flor, y te consume a vos, seas quien seas, ella o él, es el fastidio lo que nos mata, hasta desaparecer.

Al dejar pasar, nos invaden, el tiempo y los otros también. Y al verlos entrar me siento cada vez más alejado, apartado, neutralizado en el centro de la nada.

Preferiría seguir siendo un trasgresor, y no suicidarme ante cada una de mis entregas. Escuchá mis palabras, no las nombres. Dejáme ser lineal y verte pasiva, apreciándome. Total, me sobra la vida para entenderte, pero no me va a alcanzar para amarte. Debe ser recíproco, y el mundo con el que me vinculo y por el que transito se termina cansando de mi.

Siempre fui un basto, partiendo desde mí y concluyendo en vos, ese que hasta creí parecer sin llegar a serlo. Vos, indefinición con perfume anónimo. Voz que jamás perfeccioné para hacer canción mis sentimientos dibujables, mamarrachos que nacieron de tinta, luego crecieron digitales y se esfumaron sin huellas.

El hartazgo vuelve a definirlo todo, como casi siempre, en la totalidad, en mi vacío.

solo

Sos tarde gris,
venís mojada,
es ésta cruz,
tan mal cargada.

Visto ya vi,
la piel gastada,
sentí rencor
pierdo la calma.

Quizás esté
muy solo acá,
esperando
la fatalidad,
no hay amor,
sin dolor.

Líneas blancas,
inmortalidad,
las miradas
ya no hablan más,
sos vapor
que se secó.

bonita

Bonita,
ya reposé sobre tu espalda,
Bonita,
y jugamos a la verdad,
divina,
me robaste las palabras,
y tu risa,
me hizo dulce en tu volcán.

Beso x beso
matamos al dolor,
para escaparnos
a nuestro mundo de calor,
y entre las pieles
saboreamos la fusión,
de haber llegado
y sentir el resplandor.

Chiquita,
ya inventamos la morada,
sencilla,
y de pura sensación,
amiga,
voy a matar tus pesadillas,
y en un te quiero,
regalarte ésta canción.

Cielo o infierno,
lamento y frustración,
vas levitando
con tu calma sos mi sol,
y las heridas,
se han callado por hoy,
ya no me gritan
estoy servido para vos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Identificación

Antes de partir, nos hemos doblado, retorcido varias veces. De a poco, se asemeja la historia, sin tanta trascendencia. Un vida compartida desde mis 13 o 14 años.
"Para Boddah: Hablando como el estúpido con gran experiencia que preferiría ser un charlatán infantil castrado. Esta nota debería ser muy fácil de entender. Todo lo que me enseñaron en los cursos de punk rock que he ido siguiendo a lo largo de los años, desde mi primer contacto con la, digamos, ética de la independencia y la vinculación con mi entorno ha resultado cierto. Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock'n'roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury , a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo. De hecho, no os puedo engañar, a ninguno de vosotros. Simplemente no sería justo ni para mí. Simular que me lo estoy pasando el 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario. Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créeme Señor, pero no es suficiente). Soy consciente de que yo, nosotros, hemos influído y gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido. Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. En nuestras tres últimas giras he apreciado mucho más a todo la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustación, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico Piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho como había sido yo. LLena de amor y alegría , confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo. Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general... Sólo porque parece que a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente. Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por vuestras cartas y vuestro interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión, y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión. Kurt Cobain Frances y Courtney , estaré en vuestro altar. Por favor, Courtney, sigue adelante por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. Los quiero. ¡Los quiero!"

miércoles, 8 de septiembre de 2010

segundos

de colores y sabores, de campeonatos, de reloj biológico o digital. Se pisotean, se piden permiso y hasta se dejan el paso. Hay veces que se caen para volverse a levantar y quedarse suspendidos, como sin pila. Décimas, centécimas y milésimas, y se siguen dividiendo. El tiempo es real, pero lo infinito sigue siendo ficticio. La finitud demarca ciertos límites, ciertas fronteras temporales, hasta para el corazón.
segundos que se suceden, que se vuelven minutos, que se alargan en días, y que se empapan en meses. Meses de amor, de entrega, de apertura y de calma. Por un costado de mi ser la vida transita feliz, sin perturbaciones, solo por un costado, solo por cuestiones de segundos, amo, y sigo queriendo seguir amando.

Que sirva para el fútbol! Un poco de huevo, de corazón y de garra!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Un refresco d rock inglés

Me han llegado ultimamente a "marcar" el indie rock de Franz Ferdinand, el folc rock de Wilco y el brit pop de Stereophonics. Marcas que se hacen camino. Nueva senda por la que transito musicalmente. Un ángel me ha obsequiado un afinador, por lo que retomaré mis peleas con la guitarra. Mi victoria hasta el momento es por puntos, aún no la nokié.
Como no quiero pecar de egoísta, ya que es un cáncer que lo padecemos desde que nacemos, quiero compartir éstas bandas entre mis escritos, y éstas imágenes entre mis colores, si es que con algún verso he pintado risa, espanto o rencor sobre algún rostro.
Acá les dejo un refresco de rock inglés, del bueno!

La Nueva Escocia

estos son de Chicago, deben ser de los Bulls!

admiro a estos galeses

viernes, 3 de septiembre de 2010

Regodeo

Sentarse con la cabeza y parar los pies. Levitar por intermedio del instante hasta los momentos-recuerdo que enmarañan el tiempo, y hacen de la cripta, un piso más arriba del ánimo. Es mi propio regodeo, soy mi propia risa desprendida de la lágrima.
Los glaciares ya se han desvestido, y el blanco se hizo agua verde, y los corales se volvieron souvenirs dentro de la postal.
Me desprendí de la cruz, y de la espinosa hipocresía. Soy mi muerte que se pasea por mi vida, estridente, fulgorosa.
He iluminado noches de sabores impalpables, he caído hasta volar y me siento aprendiz de mi continua sabiduría, de ésta puta ignorancia que me inspira para seguir aprendiendo.
Estoy riendo frente a mi desgracia, faltándole el respeto, sobrándola hasta verla enfurecida. Y es así, una vez más, que siendo casi un perfecto irrespetuoso, me vuelvo cada vez más valiente para volverme a doblegar.
Me separo sin llegar a dividirme, a corromperme, para vernos estúpidos, desbordados del néctar que mezclamos en el fuego y que nos envuleve hasta asimilarnos y volvernos uno.
Es realmente confortante confrontarse y doblegarse, y derrotarse, y resultar ganador de una lucha intrerna que por matices se hace insostenible.
Menoscabo mi propio yo, y me doy vuelta hasta deshojarme. Y me escucho en silenciio, y te volvés grito libertario. Tomo la daga, me dispongo a hacerlo. Me pinto de cicatrices, y el maquillaje se vuelve estímulo, y el color es pura reacción.
Soy canción, me fui a volar, y reposo en cada imaginario hasta volverme colectivo. Retomo la vía, y la locomotora le chifla al viento algunas rimas que antes no supe cómo decirte. Si a veces me torno insoportable, imagináte que terminé siendo para mí. Después del fin empieza el inicio, y el círculo se completa, y el mareo oxigena la vuelta, y le da velocidad, y la empapa de adrenalina. La coca no tiene gas, y la yerba se consume sin cebarse. No necesito pagar la entrada otra vez para volver a verme, tengo un espejo happy hour, soy mi free shop. Ya estuve en la parrilla, ahora quiero nadar en el lago.
Te volveré, y volveré, y revolveré el revólver, hasta confirmar que la bala ya se haya ido...

jueves, 19 de agosto de 2010

Gripe

Ante los pormenores que lo hacen a uno débil frente a la enfermedad, frágil ante la vida, y potencial riesgo para con los demás, te guardás y te vas aislando en un mundo todoglobalizado. Algunos se acercan sin temor, otros ya se olvidaron antes.
Aproveché mi circunstancialmente ausencia interplanetaria para recorrer El Interior del país con Caparros. Me distraje algunos minutos con la santa televisión, y hasta pude reconciliarme con mi cama. Sin embargo, y pese a la eterna cantidad de horas que dormité, sigo cansado.
La tarde se hace noche, el día se escapa por el horizonte, y la ciudad sigue con su rutina. Me deposito sobre la silla y acomodo mis yemas sobre las teclas para encontrarnos en algún recuadro escrito.
Pese a que la “A” ya se fue o dejó de ser pandemia para la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), o aprovechable para los termómetros comerciales de los laboratorios, las gripes que quedan con nombre de desaprobadas, deben ser “B”, o “C”, pegan fuerte.
El enfermo se vuelve ausente, se desconecta, se aísla y si puede se vuelve analista. Del controvertido matrimonio igualitario, pasamos en la agenda al 82% móvil. Pobres los jubilados! Y pobres también los que vamos camino a serlo. Por casa seguimos postergando un injustificado aumento del servicio de colectivos, si nos basamos en la calidad de servicio que se presta. Todo lo demás por las nubes. La inflación, un mal disimulado por el Gobierno de turno, no se hasta qué punto.
De nosotros y de aquellos, de lo que estamos por hacer, si nos dejan, de eso me gustaría ladrar un poco en éstas líneas, pero mis fuerzas intelectualoides llegan hasta acá. Las naranjas y las frutillas decoran el escenario. La noche es una torta cálida y a la calle semitransitada, la manga que la decora con crema se refiere únicamente a la alta suciedad. La fresca entra por la ventana, junto con una moto y un par de carros a nafta, gas oil, o gnc. La compu se apaga escuchando a Divididos. Un clásico para levantar y recordar momentos puros de rocker.
Hasta la próxima entrada, un chau! y en el próximo post no encontramos. O al menos, imagino que así lo hacemos, pese a las gripes sociales que nos dividen, nos afectan negativamente y nos individualizan demasiado.

martes, 17 de agosto de 2010

El Chucho

Volví al papel, porque la pluma se hace tinta. Escuché las palabras que jamás te dije. Me las escuché en frente tuyo. Porque te las soplé en el celular. Porque existió un “one”, y también fue “con o sin ti”.
Lo siento, él es así. Un revelde. Irreversiblemente contradictorio. Siempre vuelve al bosque, porque se hizo canción allí. Sus árboles, sus verdes y también los blancos fueron producto y consecuencia de su primer hogar. Un nido de ilusiones que el “destino” hecho viento huracanado se encargó de destruir.
Se cruzaron!. Qué película vas a elegir? La paz se tiñó de guerra santa. El cielo se miró en el mar, y vos, colgado de una nube fuiste la mancha que se limpió del espejo.
Terminas siendo lo que odio, y con razón. Con la poca coherencia que renguea sobre tu desierto gritando piedad. No cambiás más!.
Infiel es la felicidad, aunque nunca le di una oportunidad. Los domingos son suicidas que me invitan una copa, y yo, redoblo la apuesta, juego un truco y se sale con flor.
Ellos vienen detrás de mí, y no me quiero ir dándoles la espalda. No quiero generarles vacío sin llegar a ser para ellos lo mejor de mí.
A continuación , me inspiro en texto para la artística:
“Quiero agradecer a: mi amigos, los ánonimos de siempre, y a mis anónimos de todos los días, y a las que sin conocer se acuerdan de mi, a todos lo que están por venir, ya cuando yo no esté. A todos en el ninguno de la masa. A vos, mi yo preferido. Gracias por el nada. RADIO SÓTANO. Usamos los mismos códigos”.
El sótano se conduce en automático, desde el encuentro, en el cruce, la esquina.
“Piso:El sótano, Departamento: De la esquina, donde el arte bahiense siempre se encuentra”.
“Mi dirección es tu memoria, y mis luces tu puño en alto. RADIO SÓTANO. La Identidad es subterránea”.
“La radio, es allí donde está la proyección, la próxima escena. Un corto que se vuelve clásico. Un clásico que no muere nunca. Tu canción está aquí, en el aire del sótano”.

jueves, 12 de agosto de 2010

Harto

De mi y de los demás, menos de la SOLEDAD.
Algunos dirán que a veces le tenemos miedo a la soledad porque estando con ella, solemos hablarnos de lo que, por comodísimos, nos evadimos en nuestra vida. Otros, en cambio, afirmarán que "antes de amargarme con terceros, prefiero disfrutar la compañía de la soledad".
Fría, muda, casi invisible pero muy espesa, "la soledad es la única que nos entiende y nunca jamás cuestionará todo aquello que pensemos". Es también nuestra única aliada cuando le proclamamos la guerra al mundo.
Las soledad es un buen lugar para encontrarse, pero uno muy malo para quedarse. Tiene cara de persona y cuerpo de lugar.
"La soledad solo es aconsejable para balances espirituales y para filtrar lo que nos sobra", como si fuese una contadora de nuestras vidas.
Bien pensado está, decir que la soledad no es el silencio, sino el reencuentro consigo mismo. Ese reencuentro que nos lleva hasta las profundidades de nuestro principio, de nuestro comienzo como sujeto. Es una cuenta regresiva, desde la recta final hasta la línea de partida.
"La soledad es estar rodeado de gente y sentirse sólo", puede ser ésta afirmación la que se aproxime más a la significación que le designo a la soledad, soledad como hartazgo hasta de mi mismo.

domingo, 25 de julio de 2010

El día que llegó la pobreza

De repente se paró frente a mí, justo a lado de La Soledad. Y sin dejar caer al segundo en el reloj del tiempo, invitó a La Risa para que juntas, las tres, se burlaran de mi. Al oírlas, La Burla me envío un mensaje de texto con la photo de La Muerte.
De tanto en cuando me escondo en Estelares, y esa, la nuestra, fue la escena ideal para hacerlo. La Bonita se hizo isla, inalcansable, y un gato negro de rojo intenso con reflejos violáceos se paseo por delante. Destacados aromas maduros que recuerdan frutas negras frescas, como moras. Intensidad, blancura y juventud. Equilibrio, de cuerpo medio y final agradable. La Chiquita! No hay como La Chiquita!!!.
El cobre, y el papel más aún, desaparecieron. Soy pobre, y siento ganas de matar, pero primero me quiero matar a mi, y a mi yo, y a mi otros, el yo de mi. Siento impotencia y resentimiento, pero sobre todo dolor, lástima de mi mismo.
Sin los demás con que creí estar, despierto lo puedo ver, las proyecciones son siempre ficticias, al igual que las promesas, los compromisos, las obligaciones y los juramentos, los testimonios y los sacramentos.
Está todo verdaderamente mal, y el mal, en todo es verdadero, verdaderamenete malo.
Hay quienes dicen que mataron a las ideas; sin embargo, La Locura y El Suicidio me visitan asiduamente. Y los asesinos de siempre, Mis Recuerdos, me saborean al verme, dócil, frágil, y cobarde.
Me dispararé un Domingo, como éste, como todos los tantos que no pudieron hacerlo. Tengo la imagen, mis ojos son esclaves de ella.

viernes, 16 de julio de 2010

Blanca y mágico: otro julio gélido

Fresco, pero sin que el frío te toque vas patinando sobre la escarcha de la mañana. Te sacás la sábana de los ojos y su perfume de pétalos. El sol sobre la calle y el reflejo de otro día. Las aves se dejan acariciar y llevar a la rastra por un jamaiquino viento que no viene desde el mar.
Volviste entre sus piernas a estar, y a nadar por la orilla de sus labios. Y entre las pesadillas aparezco y me vuelvo carne de mis pesadillas. Y los sueños?
Es, se hace y vuelve a nacer, y se pierde para encontrarse y reconocerse perdida por el amor. Olvidadiza, mi suspiro no alcanza a agradecerte la magia, y tu saliva es miel, un tanto menos empalagosa, pero dulce. Y las hojas, y las nubes, todo trasciende más allá del cristal, entre los segundos de una eternidad con vos, entre extrañarte y retornar fresco, y volver a empezar...

lunes, 12 de julio de 2010

Las Temporadas de tu Amor

Te ves paseando por Las Temporadas de tu Amor. Te corro, te peleo, te volvés y me respondés. El fenómeno pareciera ser parte del proceso madurativo de una relación, pero molesta, entorpece, y hasta a veces duele y quema como un hielo que se pasea por la madrugada de nuestras sábanas.
Me veo vacacionando sobre tu cuerpo, en una villa desprovista de infraestructura. Nos quedamos en la arena, y alrededor no hay nada abierto, hasta que una pala femenina que corta leña se acerca y junto a un buen policía nos pasean por El Bosque Encantado.
La película se queda de a poco sin subtítulos, pasamos a ser protagonistas de un desencuentro, un malentendido que se repite y se enrosca como lo hago últimamente con gran facilidad.
Un trago massimo, una hamburguesa con espuma, tu boca, y la piel de postre. Tus ojos y ese futuro juntos, una mañana helada y el fuego nos ahoga. Volvemos a la paz, tenemos que hacerlo. La semana que pasó fue otra temporada, dejemos que ésta se pierda...

lunes, 28 de junio de 2010

La Estancia

La Estancia es mi aposento ordinario desde donde imaginariamente llamo y me comunico con todos los demás.
Es un malbec-merlot, una mansión, mi habitación de un lugar del que en breve perderé noción. Es desde allí que transmito ésta señal, y en el éter solo suena blues, un añejo blues que cada vez se pone más bueno.
La Estancia está en lo alto, unos cuantos metros sobre las casas y las naranjas que iluminan la noche. Una especie de altillo para enamorados de lo sado, de lo bi, de lo prohibido y de lo correctamente incorrecto.
Ellas siguen parpadeando, como todas las noches, y cuando dejen de hacerlo se estrellarán las estrellas sobre un mediocre partido de fútbol 5, salvo que los salve la red, o salvo que Baldassi se vaya antes que La Selección.
Tengo que retomar la ruta de algunos libros que dejé de pavimentar con mi lectura. Una vez fui a la biblioteca, con el pretexto de narrar audiovisualmente en un video minuto el recorrido del libro. Desde que salía de la oscuridad del sótano hasta que se encandilaba con la luz que irradiaban los ojos de un ansioso lector. Otro día dibujé un penal y metí un gol en un Carminatti casi lleno. Una vez fui cantante y dos veces padre. Una vez fui esposo y mil veces amante o amado.
Volvamos a La Estancia y no nos vayamos perdiendo, sino no medimos. Medir el contenido de en un shopp que se vuelve copa por unos instantes. ¿Cuántas veces nos emborrachamos queriendo y cuando lo estuvimos, nos sentimos presos de ese estado, y buscamos las rejas y no las encontramos?. Fuimos comunistas, capitalistas, ateos y hasta gritamos ser musulmán. Fui altruista y materialista, y dejé todo por no ser nada.
La Estancia se pintó de esperanza, la cocina de limón y el baño de un durazno Spinetta. La música la ponés vos con tu boca, con la figura de mi cuerpo reposando sobre tu cama.
Color rubí, y aroma elegante. Tiene un suave y aterciopelado sabor, que lo convierte en la compañía ideal de todo tipo de comidas, en éste caso de escrituras. Inspira. Realmente se trasnforma en una musa inspiradora. Aunque la etiqueta diga que hay que beberlo, preferentemente (se aclara) entre 16 y 18º, yo lo tomo con hielo.
La Estancia tuvo caballos y yeguas, una cuantas pocas que se desataron y salieron cabalgando por el mundo feliz, ese que Napoleón retractó en un disco.
Las yeguas son así, yeguas, y nosotros sus caballos salvajes. Algunos no entendemos de montura y preguntamos y aturdimos, otros tendrán el autoestima un tanto exagerado.
En La Estancia suelen pasearse cada tanto los brotes, esas maravillas que nacieron de un vientre que yo fecundé. Ese vientre que me parió en mil facetas y me destruyó en un millón de pedazos y al cual le debo, y me debe todavía, un trago amargo y bien largo.
Los artistas se esconden, los amigos desaparecen, y vos te creés muy machito hablándole al monitor, a través, de word, vía facebook, chat, twiter o poronga de red social sea. Tengo mis muletas, los libros llenos de tierra y el Larousse cerrado y a un costado del monitor. Me acabo de separar de mi cuerpo, y veo mi vida precipitarse nuevamente. Practico caída libre, soy un pájaro sin alas.
Pasé la barrera impuesta, esa que construí un día como final feliz y se desplomó contradictoriamente, sin recibir respuesta. Quedé suspendido, como casi siempre, y levité con manzana, con ananá como le gusta a Luca, o con los nuevos sabores de los que no recuerdo su nombre química y antinaturalmente.
No quiero volver, volver y volver, y volver, para repetirme y bomitarme. No deseo, y el no-deseo me puede, es todo un problema. Y vos, cómo estás a ésta altura? Te mareaste? Es fácil seguirme, no soy un tipo difícil como las yeguas y los caballos, aunque sigo preso en La Estancia, en mi habitación funcional.
No tengo petardos, ni líneas que me suban. Me quedé sin la moneda de cambio, y dejé de lado las alternativas viables, factibles del viernes.
La Estancia está llena de ratones, moscas, pérdidas, y vecinas ausentes. De vez en cuando hay agua caliente y está calefaccionada, llena de Caballeros que juegan a inventar La Cosa. Otras tantas está vacía, llena de vos, vos! MALDITA SEAS!.
Disparo, me gusta apretar el gatillo sobre mi cien, una y otra vez, hasta dar con materia gris, por más que no sea mi cabeza.
El sastre hizo un traje a mi medida, ese que está por hacer y lo posterga hasta vaya uno a saber...
Casi van dos, y todavía sigo vivo y conectado conmigo mismo. Extraño a Thiago. Pasó por debajo de la mitad hasta lo profundo de la noche, solitario desierto que atravesaré.
Sin necesidad de ser agente, La Estancia se difunde por los medios no tradicionales, y llega hasta mi, y te baña a vos. Te empapa de lo que quiero ser, un anónimo.
Anónimo que se camufla de mi, y se contamina, y vemos como todos se alejan espantados ante el espantapájaros. Ese pedazo de gangrena cancerígena que se multiplica y quiere viciar tu aura de polvo.

Día 1 (ausente)

Día 2 (27 de junio de 2010)

Pasamos octavos. Será que siempre llegamos a Alemania. La duda pasará por saber, si de ahora en más, ante las injusticias cometidas contra Inglaterra, en primer turno, y contra México en segundo término, se debe utilizar en los mundiales el famoso y tan cuestionado videorefe (o algo así)...
En el casi cotidiano intercambio, tuvimos una llegada o conexión especial. Me mostré cargoso y ella accesible, hasta confundir y obrar mal sin mala fe. Las preguntas brotan, florecen e invaden el jardín del fin de semana, uno más de ésta instancia que se prolonga como calvario a lo largo de los días, de estos últimos meses que se han teñido de gris, como una tormenta inmortal de la que no se visualiza la salida.
Nado en la duda, naufrago en un quizás, o tal vez, repito viejas experiencias con barcos perdidos, llenos de náufragos de otros viajes. La travesía deja nuevamente de ser aventura. La madera se sumerge y cae hasta la profundo. La abraza la oscuridad y el silencio la besa una y otra vez, y se la guarda, solo para él, en un lugar separado de éste mundo, a un costado de la razón. La desaparece, la desfigura, la corrompe y la tritura, hasta sacarle los recuerdos de que haya sido alguien para otro, o algo para alguien.
Lejos de La Estancia, se la puede oler, y la nostalgia entra por la nariz y sacude el cuerpo. Y los ojos se pierden en cada una de las palabras vacías, las llenan y las confunden, alternan las letras, encomillan frases que nunca parieron tu boca, acentúan atroces voces que nadie oyó, y ahí estoy yo, inmóvil, ante la inmensidad de otro suicidio.
Santa Silvia es selectas uvas, otro de color rojo rubí, un Malbec 08 de carácter y cuerpo aterciopelado, lo que según aseguran se conjuga con su mayor expresión aromática. Me lo sirvo frío, y no entre 16 y 20º como recomiendan.
Bebe habla y canta, de vez en cuando me gusta escucharla, me enamora, me suaviza el veneno que me recorre, y las ganas de apretarte tienen dos cauces, y la dicotomía se establece otra vez, y el sentir se atraviesa y son dos caras, son todas monedas de dos caras que caen sobre La Estancia Santa Silvia. Es domingo, inconfundible parásito que se alimenta y convive dentro de la semana, de una semana como todas las otras que están por venir y que corren al tiempo por intermedio de las fechas y los horarios. Las agendas deben ser así, condenas, multas múltiples que debemos imponenrnos para no perdernos en el vacío, y ser o tratar de jugar a ser, o terminar siendo alguien que hizo algo con su vida. Siempre, todo esto, dentro de una absoluta y pura mediocridad, por más que le impregne el más optimista de mis sentidos.

Lavado

Fue Poncio Pilatos el que dio color muy claro al aceite, y con tinta china nos dibujamos la cara aquella noche. El fuego fue latitudinal, y quedó lauto sobre el horizonte. Un latinista, pero no de la lengua, sino de América, acertó el prode mundial. Mis dólares se fueron antes que le vea la cara a Franklin. One Hundred! One Hundred!, gritó el canillita debajo del escaparate. La distribuidora no me llamó por aquel entonces. Ya se venían los octavos, y mis ansias de un taco, o un totopo, o de comerme crudo a Pancho Villa el domingo por la tarde, tuvieron que doblegarse ante el móvil de cuatro ruedas.
Hasta aquí, inentendible, pero siempre excelente. Easy Ridel me llevaba del brazo hasta un vino malbec, pero mi estómago lavado me condujo de nuevo al inodoro. Sentado pensé en una amor por Internet, en el amor por la web, y la web que cruza, y zigzaguea al amor.
Me enredé con las cuerdas y la guitarra me ganó otra vez por knock out en el primer round, aseguraría ante el primer acorde o puñetazo.
Tengo diferentes ornatos en mi casa que no dicen nada para los demás, que ya no transmiten, ni estimulan, ni transgreden, son solo falsos recuerdos que me recuerdan a mi, o a lo que alguna vez quise. Tengo vacío, y no habla, tengo lo que me falta, y está muerto.
Ayer nos manchamos con tinta roja, yo aporté mi blancura para tu paleta de colores, y vos, y vos bonita, te sentiste viva.
Hoy quise preguntarle, aunque sea por mensaje, cómo estaba, pero me retracté. Debe estar dolida y por eso actúa así, y por eso termina siendo así, igual a mi, estúpida, torpomente estúpida.
Al actuar con frescura y determinación, solemos ser lo que en verdad somos, animales violentos que se dejan llevar por impulsos eléctricos, por drogas y mujeres de tapa desnudas, por lo efímero y lo que en definitiva es la cotidianeidad de lo estúpido. Al actuar, nos tragamos al personaje con toda la leche, como cuando somos chicos y no la queremos tomar. Al actuar dejamos de ser, para no ser sino el ser actuado.
Lavado, termina siendo lavado, y el agua apaga el fuego latitudinal, y mis dólares se van para el Norte, como si supieran que nunca los quise, al igual que al Inglés, desde lo más profundo de mi argentinidad. Mañana volveré a cebarte, y prometo no hacer más promesas...

martes, 22 de junio de 2010

Intensidad Lumínica: El Sacrificio


Siempre y nunca ya dejaron de integrar al tiempo, y las otras tres, más las cuatro estaciones climáticas se confundieron en una sola mirada. Allí estaba ella, una luz que parpadeaba de reojo sobre tu cuerpo y se posaba debajo de tu ombligo para acariciarte con su brisa de calor otra cuota de intenso placer. Las sábanas caídas, y los libros en puntas de pie te acompañaban a rodearla y admirar su presencia.
Intensa, hasta se volvío desenfrenada, con su cabellera te cortó el rostro para volvértelo a armar sobre el espejo. Y la sangre se volvió carne, y la habitación se volvío cielo, fiebre, y ella tu abrigo, tu refugio ante la oscuridad.
Tenés el poder de desgarrarlo todo, y tu bondad plagada de buenas intensiones termina hiriendo, lastimando a más no poder. Has caído para hundirte solo, y taparte con tierra e invitar a los descomponedores a que se alimenten de vos. Has hecho nuevamente lo que juraste que no repetirías, y por salvar a los demás de vos mismo culminás otra jugada perdiendo en un maldito mano a mano. Del otro lado del cristal ella se relame y se ríe despiadadamente. A ella le trendría que borrar la cara, es a ella a la que tienes que terminar de una buena vez. Es contra ella que debes energizar tu costado más oscuro para acabar de devolver el ácido gusto de lo perdido. No perfiles más víctimas, no encolumnes más palabras sobre una nueva hoja si la tapa de tu último libro no se cerró, porque habrás de leer el torbellino de saber que estás perdido, cansado y descolocado de tu eje. Equilibrio al que desafiaste ya hace un tiempo y no lo has podido enderezar.
El espacio, la marea y la tela que se desliza sobre el aire, el viento y la lluvia que dejan caer sobre tus piel sus lágrimas. La viste irse caminando y a la espera, le viste la espalda y te sepultaste en su ayer. La estás cuidando de vos mismo sin dejar que ella, ni otra, cuiden de vos.
Estoy harto, no doy más, es éste, al igual que la mayoría, uno más de esos días en los que me quiero salir de mi mismo para mirarme a los ojos y disparme a la cabeaza. No creo en la cura, ni mucho menos en los curas, nadie ha bajado a Jesús de la cruz, nadie lo ha hecho resucitar nuevamente. Y las espinas siguen allí, haciendo brotar sangre de mi corazón. Me siento vivo, pero desvanezco de a poco, soy esclavo de mi cruz, de mi propia vida, de mi mismo.

martes, 15 de junio de 2010

La Tarde que se nubló La Soledad

La Tarde que se nubló La Soledad no hubo teatro ni móvil que justificara el episodio. Escuché noventosos y vi un cielo sin sonrisa, una lluvia contenida que presagiaba la sequía, y una muerte lenta para cada una de las flores que alimentaste en el corazón.
Así es mi jardín, un desierto gris que va cubriendo el horizonte hasta crear confusión, suspenso, drama y ansiedad. En your home, en your home Im happy bebiendo tu sed.
La Tarde que se nubló La Soledad fue terapia, depresión y tiempo sin crédito, hizo frío que me transpiró las últimas ganas de tener ganas. Para ser y no dejar de ser, para volver a ir y empezar a buscarme perdido, en algún escalón de mi locura, tratando de aflojar la cuerda para no dajarnos escapar, sino para gozar de nuestro apriete viciado por el imposible y lo incorrectamente insano.
Has caído en offside, y la red de nuestra trampa hará que la araña sea el anzuelo de lo que está por llegar, un eslabón que completará lo infinito para hacerlo humanamente mortal. La tarde se mutó en testigo, la soledad en víctima, y vos y yo en meros y amorfos testigos de nuestra propia desaparición. Dónde hemos dormido nuestras pesadillas? A dónde encerramos la sensibilidad? Cuándo hemos dejado de ser sensibles, animales sin simbolismo, sin ese plus que nos hizo reyes? La esclavitud es la nueva democracia, somos esclavos de nuestros propios errores, hijos de nuestras propias desaprobaciones?
8-20 Volante por un carril sin dirección, te has salido de la ruta. Líneas blancas, paralelas que no se miran ni se tocan, sino se complementan en vos. Revuelto, he vuelto a ver tu hemedad en pequeños y sabrosos hongos, por sobre el puente, detrás de la sierra oculta por la niebla. Las burbújas, el gas, el calor, el fuego se enciende pero no calienta la llama olímpica y tu antorcha se apaga en su boca y se funde y se vuelve futuro para dejar de ser recuerdo, para no marchitarse en el presente.

Acople

Has escuchado bien, he vuelto a acoplarme. Disparé contra aquél vértice y estrellé mi canción actual.
Helada transpiración, te volvés rock, y tus versos no han dejado de ser mentira para volver y ser nuevamente poesía. Cursi, bruto, has venido nuevamente a ti, te estuvimos esperando. En la oscuridad, debajo del silencio.
El agua es vida, y también depresión. Ha logrado ocasionarte ahogadas, ha provocado tus desbordes, ha faltado a tu ducha para dejarte con el jabón del sinsabor.
Nos hemos relajado y somos parásitos, la sociedad y la suciedad nos ha vuelto divinos, inmortales, y por un mes somos mundiales sin pobreza, sin hambre, sin falta.
Existe un acople distorsionante, desinformativo e interesado. Y somos blancos de su racismo, somos víctimas de nosotros mismos. Nuestros propios asesinos, manzana y víbora, la tecnocracia se ha vuelto el Eden.
Has cantado junto a nosotros tu plegaria y la hemos acoplado hasta saturarla y estrellarla, con los viejos amigos, con los actuales y futuros enemigos. Santa es la diversidad. El diablo se ha tomado vacaciones, y espera ansioso su jubilación estatal. Al demonio, lo público es el nuevo modismo de la corrupción, y mide el record de tu próxima vuelta, cuando bajes para hacerte carne, si es que podés desprenderte de tu virtualidad. Han escrito el nuevo testamento, el último, y te lo han instalado en Facebook, y en la gran agenda pública que son las redes sociales. Ya no se leen los libros viejos: las religiones y los partidos políticos. La utopía no es palabra, no es acción, la fuerza se ha dormido para siempre entre las tumbas del olvido y la diferencia. Mis ídolos no son tu moda, tu modo de hacer moda estereotipada sobre la nada, sin ningún color ni sabor jamás será parte de mi ideología, ni venerada como yo le rendía culto a mis referentes. Es el acople hermano! Demasiado ruido sin sonido! Es tu basura, no mi mundo. Es el agua que se pudrió y mató a las mareas, y sin movimiento, la siesta se duerme sin sueño, y la mierda ejerce su reinado.

Un viaje, un tanto salvaje

Tengo un viaje un tanto salvaje, ha llorado en mi interior, y la humedad que reina me ha secado, me ha vaciado. No te tengo, y la falta ha hecho en mi estragos, y he quebrado hasta estallar, para volver a juntarme deshecho, desterrado. He sido bestia, he sido angel endemoniado. Soy traición y mentira, soy pecado y oscuridad.
Tengo un viaje un tanto salvaje por estos últimos pasos que doy y me recorro para redescubrirme perdido otra vez, y te he maldecido, y te he puteado hasta la sombra, hasta los fantasmas que te rodean y me aprisionan en nuestros recuerdos. La paredes, el piso, la noche helada, ésta puta dureza que me atraviesa y me rompe. Ésta falsedad de blanco manto que me acaricia con su veneno, ésta y ella son vos.
Voy cruzando las distintas estaciones, y se depositan detrás de mi ladrillos, plomo y esa masa indiferente que se aliena para no sentir.
Me voy por una ducha para darle vida a mi cuerpo con el agua, con la fuente, en energía. El líquido elemento es vehículo de buena energía, quiero dejar de correrme porque nunca me alcanzo, porque siempre llego tarde.
Solo odio a una persona. La odio al punto de matarla, pero me compadezco de ella por los otros, porque en los otros ella hace quererse, y ella no es ella es él, y les aseguro que lo conozco muy bien, porque lo sufro más que nadie. Éste inédito, insólito y aborrecible prersonaje me carcome la cabeza al punto de sentirnos amalgamados y precipitados por un solo torrente. He querido burlarme y ser indiferente, pero me asfixia, y solamente se limita ha retorcerse dentro de mi. Seguimos juntos, en un uno, somos solo uno, vamos y venimos, mutamos y enloquecemos, nos despojamos y nos volvemos a matar, pero la química venenosa que nos ha quemado, pronto nos hará desaparecer...

Vienen dos, y vamos por todos

Vienen dos y vamos por todos, al encuentro, al choque y a la explosión. Al sabor del placer envuelto. Somos caramelos, juguetes golosineros con canciones desde la punta hasta la cola, llenos de sexo musical. Blanca y verde es mi bandera de la paz, en tu boca, sobre tu piel, y en tu lado oscuro, también allá somos diablos.
La noche se confunde, se vuelve tarde y día, de atrás hacia atrás, doblás y te volvés a quebrar. Somos calle y cordón de la locura, somos pegatina en tu cabeza, somos jinetes en llamas, y es algo más que tu rock.
Vi quemarme en lo alto, para bajar ahogado en tu lago, de lenguas y de jugos, de pastillas y de papeles, de cristales y de gemidos agudos, de muecas y de guiños elásticos. Soy y seré lo que siempre fui, esencialmente contradictorio.
Ellas, cuáles de tantas son las otras de esas que se creen lo que terminan siendo y no son.
Qué nerviosos que están todos, y preocupados!!!. El placer y el dolor son los componentes que lo hacen a uno vivo, y en cada suspiro te encontrás con vos, en vos y para vos, hasta el final, hasta reventar, hasta acabar en vos y por vos. Si nacimos solos y nos morimos solos, porque somos sujetos presos de un sueño de otro, y la libertad tiene sus fronteras químicas, físicas y mentales, porque la libertad es cárcel, es condena, es correrse de atrás para nunca alcanzarse.

martes, 1 de junio de 2010

Des-end-concierto

Aflojaste unas cuantas cuerdas para dejar caer una nueva melodía desafinada, que entre piruetas y viejos nuevos versos se hizo canción.
Acordaste acordes de una memoria inimaginada con ritmos desaceleradamente inquietos. Has dejado los colores para remitirte al blanco, y de vez en cuando al negro. Has infraccionado semáforos, arterias, venas y puentes colgantes; vías y avenidas, subidas y bajadas despolarizadas en dos. Has sabido perder todo lo que sabías para ganarte nuevamente la ignorancia, y desde aquel estado natural vienes levitando en falso hasta enderezarte, doblarte y volverte a quebrar. Has guardado vacíos que jamás llenarás, porque lo completo lo has dividido hasta su mínima expresión en millones y millones de años, a galaxias y mundos paralelos de distancias incalculables. Es allí donde lo vivo se vuelve sordo, se parece ciego, y se inmortaliza en la nada hasta que se cree en ello. Falso, todo lo verdadero será relativo, inconcluso e inexacto, porque lo imperfecto es perfectamente imperfecto, eso la hace vivo y dinámico, divino y sagrado. Estás cansado de estar soñando despierto, cuando dormido y oscuro te volvés demonio. Estás aburrido dentro de tu mente, enjaulado en un envase al que llaman cuerpo, delimitado por tus imperfecciones humanas. ¿Acaso te has sabido ver y creerte un animal simbólico? La humanidad es humana porque mata la naturaleza, lo antinatural se vuelve falso progreso, la casa está cansada de alojar a su propio asesino. Lo verde se vuelve rojo, se quema, y no por ser marihuana. Lo blanco se vuelve frío y agua que ahogará las esperanzas. Será el reinado de la muerte. No lo quise decir, lo siento permanentemente. Es que lo latente se está poniendo de manifiesto, y cada vez con más necesidad, con más aceleración.

RE-conocimiento

Estás buscando estallar para volver a parirte, y reconocerte en mil partes como una nueva sensación. Te seguís descifrando en pequeños experimentos de vos, de vos en los otros y con ellos, por aquellos y hasta en esos que jamás pensaste estar.
Encontraste la paz, y sus fronteras culminan con su piel, entre sus labios o en cualquier costado de su aura. Vibra entre cálidas melodías, se desliza y te envuelve, te eleva y te transporta y cuando la falta se hace profundidad buceás queriéndola encontrar. Incansable te volvés una y otra vez a la orilla para dejarte empapar con la sal, entre las hojas y las figuras que se proyectan cuando se derrite el sol. El frío te visita pero no entra, pasa por sobre tu corazón pero no lo aborda. Has vuelto herméticas tu pocas migajas de bondad, y hasta creíste ser hombre de bien. Estás desnudo ante las espinas. Ellas siguen alojadas allí, en donde se enquistaron desde el ocaso.
No te preocupes por mí, me iré cuando todos se hayan olvidado, y reconoceré la retirada como lo que verdaderamente es, ni una derrota, ni mucho menos una victoria, una salida voluntaria y superadora hacia un estadio más alto, hacia cualquier vértice, en cualquier dirección. No brillaré siendo estrella, te reflejaré y tu luz será sonrisa, y tu nariz descongestionará la humareda, y tus pechos darán vida y alimentarán nuestros sueños para verlos florecer cuando llegues a la cima de la montaña. He visto un recuerdo de nuestro futuro, he sentido lo que vendrá para dártelo ahora, he calmado las mareas para agitar los ríos de tu agua dulce, he sido bonito para darte y repetirme sobre tu alma, para llegar y adormecerme en tu centro, oculto y aún inexplorado. He hecho todo y mucho más gracias a que vos me enseñaste, me guiaste y me llenaste por completo lo que quedaba de mi libro, las últimas páginas en blanco.
Aún no partí, soplo sobre tu ventana mi aliento. Inhalo y exhalo para volverte a ver, quizás en una mañana del ayer, o en donde la rueda se vuelva a atascar.

viernes, 28 de mayo de 2010

Al sentirnos...

La resurrección es algo alegórico de la carne, de los cuerpos tendidos sobre el espacio con un tono rojizo y erótico, en una habitación, sobre los sueños de aquellas camas dormidas. Tu mirada es paz, tu boca dulce es infinidad, es puente de otros puentes que se entrecruzan y se vuelven caminos por donde transito y me voy para volver a sentir...
La mañana es siempre tarde, la noche placer. Contenidos y frenéticamente amalgamados jugamos al amor por todos los rincones. Y al escondernos nos encontramos con más ganas, y eso se hace cada vez más intenso, se vuelve necesidad, se me hace droga.

jueves, 8 de abril de 2010

Volvimos a perdernos estando perdidos

La presión siguió estando alojada. Disimulada, desunida, pero viva, y latente, como afirman esos sabios psíquicos de ésta época. Esos arrogantes que te encapsulan o te rodean con la cuerda que vos mismo le das, y con esa misma cinta te reproducen la película más perfecta alrededor de esa historia que les contás.
Te terminás mordiendo la cola y pisando la cabeza. Es así!. Mientras tanto la tribu se deshace, y la cacique te quema vivo en la hoguera.
No pisaste el monte, alunado, aciegado, y muy persistente por cierto, continuaste disolviendote en tu sustancia. En esa que jamás buscaron, ni jamás buscarán.
Necesitás tu netbook, por qué no se la pedís a la Gran Cris-Pasión. Quién dijo que El Pingüino es un villano, también es presidente. Y somos la envidia de los esquimales, y seguiremos siendo, por siempre, bien ARGENTINOS CARAJO!.
Volvimos a perdernos estando perdidos, y en algún gol de Messi nos sentimos vivos!, Por favor! Que alto que pica la hipocresía. Que bajo que cala la decadencia!.
Levito, sin más por un segundo sobre toda la espesura de mi vida, se que es breve, pero no lo alcanzo a disfrutar, siempre tiro y no alcanzo. De carne estoy hecho todo un vegeteriano, y tu mensaje te vuelve como un boomerang, mi escudo lo hace rebotar como aquellas pelotitas que se nos caían del bolsillo en la escuela, cuando eramos ladrones y policías. Ladrones y policías dignos, ibamos siempre de frente, eramos unos pendejos de mierda. Te acordás?
Queda todo dentro de ésta habitación, entre vos y yo, o yo y vos, entre nosotros si querés, si te animás a formar parte de eso. Sabés que nos volvimos a perder estando perdidos? Nos encontraremos. Lo sé!.
A la mierda!, Ahí donde huela mal, ahí me voy a encontrar, entre los gusanos y la tierra que nos dejaste.Abrís para que se ventile. Los ratones voladores no se ven de cerca, solo cuando aletean dentro de tu cuerpo. Es allí donde fornican los que quieren. En esa masa que se estira y se dobla, pero nunca se quiebra.

viajante II: Las Lágrimas Ahogadas

No me contestaron, ni aún más ahora!. Has pensado alguna rar vez en quitarte, borrarte de ti y de tu figura y acallar a tu corazón?. Has pensado en tirar tu alma y cosificarla para poderla destruirla en pedazos, sin que llegue ni uno de ellos al suelo? Yo sí!.
Y tal vez por eso no lo hice, porque lo pensé. Los pensimientos no se piensan y tampoco hay que esforzarse para lograrlos, simplemente se sienten. Es un grave error que me ha llevado hasta donde estoy, y me ha tirado sin pedido de secuestro.
He también viajado a través de mi soledad, y de mi patético estado del sin apetito, rodeados de diccionarios híbridos y de libros y manuales de la mente insulsos, inoperantes. Pasarán sin derribar la torre, los he visto chocar en el cielo. Aquellos pájaros nunca se detienen en la estación de la felicidad, ni un segundo bajan para verse las caras una vez que están volando sobre una discusión, o pelea de esas interminables. Con sus filosos picos han sabido destruir el nido que los acobijaba y han dejado a sus pichones a la vista de sus más infelices comensales. Los dos fueron a ahogarse a un charco que sobró de la última lluvia de verano.
Viajé más al sur que al norte, donde están las águilas. Soy más admirador del halcón. Escuché finitamente tu último ensayo, ese que grabaste para no volver a repetirlo por lo malo que te salió. Hemos sido y somos dos lágrimas ahogadas.

viajante

Tanta presión me generan esos nudos!, y sigo sin descifrarme, sigo equivocándome. Reconozco que me he intrometido demasiado en mi, y he buceado hasta lo más íntimo, hasta lo más prohibido. Me perdí, me encerré en una cárcel y me golpeé hasta el hartazgo. Desfigurado en interminables porciones, no me reconocí, y aún sigo sin saber a quien estoy y estuve buscando durante éste último tiempo.
Sumo y resto aciertos por errores, y me divide mi soledad, y se multiplica. Ella se multiplica hasta derrotarme. Y ese placer orgásmico que le genero hace que yo sea su mejor y más placentera droga.
La tabla está mojada, y con la humedad calcada en su sticker veo pasar el tiempo silencioso por delante de mi vida. El celular está callado, censurado por el vacío que se hizo presente. La yerba espera una nueva cebada con el último cigarrillo muerto en mis pulmones. Las teclas viven oprimidas por mis ideas inconclusas, sin el remate goleador que haga ganar la partida. El remoto se trepó a la pared, y hasta sintonizó un espejo, para verme caer, para oírme llorar, para hacerme perder una y otra vez ante el dolor. He viajado así por últimos días de lo que queda todavía de mi, y me has ladrado. Ahora está más lejos, y cada vez te alejas más, te estás escondiendo, vas a desaparecer, desaparecerás de éste maldito sueño.
Me han dejado solo, y solo me he dejado estar, solo, aparténdome de mi y de los demás, corriendo vaya a saber hacia dónde. He perdido la orientación, me he desdibujado el mapa sobre mi cuerpo, hasta derramar caminos de sangre sobre la bañera. He cortado la inspiración con una gillette. Mi auto, sin combustible, se estaciona atrás de mi para ver pasar el tren. Estoy sobre las vías y solo veo luces que se refractan sobre mi pecho y aturden mi cabeza. Esa terraza de 100 pisos desde la que me lancé un día, no importa cual.
Una nueva situación, aunque dudo de haberla experimentado anteriormente, se para delante de mi. La nada, he perdido los billetes y las monedas, me he quedado por unos cuantos días fuera del sistema, y sin llegar a ser una aventura, perece ser que me he sacrificado. No alcancé a suicidarme, sino más bien dejé mi ser totalmente expuesto.

qué hacés, tanto tiempo!

Qué hacés, tanto tiempo!?. Estuve pensando en vos, fuera de joda, y en el en-serio, recordaba cómo me olvidé de tu figura, cómo dejé atrás tu rostro con tus otras tantas caras y alguna caída careta, tus tetas, tus pezones fríos y ese tunel que viaja hasta depositarme en algún destino feliz, aunque más no sea por unos minutos.
Qué hacés, tanto tiempo!. Maldigo la hora de haberte cruzado, pero no te lo digo en voz alta, te lo transmito con mi cuerpo, con mi temperatura, con la mirada descarada y directa. Tendríamos que haber sido y seguido siendo impares. Hasta hoy lo analizo y lo juzgo, lo esclavizo y lo sentencio. Por todo lo que fuiste y lo que no fuiste capaz cuando lo tendrías que haber hecho.
Qué hacés, tanto tiempo!. Tanto y tan poco tiempo ha pasado, si es que nos seguimos viendo chiclosamente casi todos los días. Te lo guardo, pero pienso secretamente que te hubiese dejado sin vascilar. Alguien, alguno que no quiero conocer jamás nos ató y le debo la muerte, otra gracia no se merece sino la desconección total, para que no vuleva a sacrificar ningún otro cordero. Del odio al amor, de un te quiero a alguna puteada malnacida, de esas que pegan abajo, detrás del corazón!.
Cae la tarde sobre mi cabeza, demasiada liviandad, se hace espeso el cielo. Las nubes son algodones que uso para sanar las heridas, esas que provocaste ayer, desde hace una década. Sabés que esto es amor, es mi verdadrero y subliminal amor. La pureza dejála para el agua bendita y los hipócritas que asisten sin falta a la misa de todas la religiones para matar sus vidas en la calle, o en sus propias casas.
Qué hacés, tanto tiempo! Feliz día, internacionalmente racista. Y el día nuestro, el de los hombres? Lo busqué y no lo encontré en ningún calendario terrenal de ningún credo ni cultura!. Y eso que nos deben la vida, o por lo menos un par de costillas!.
María hay una sola, pero dios? y DIOS!?.

encerrado

Quedaste encerrado hasta del tiempo, y el espacio se te comprime debajo de los pies. No entendés, y tampoco querés comprender el por qué. De visita, deambulás por las calles, y detrás de alguna figura te escondés de tu sombra. Después de todo, no hay nada, ni vos mismo te encontrás. Existen distintos recuerdos que se amontonan y te perturban, hasta dejarte ciego. Oíste demasiado por allá, y aquellos ya no vienen, y los otros nunca estuvieron. Porque Los Otros nunca están. Si se pasean dentro de tu imaginación, pero a lo largo del tateti no son ni cruces, ni círculos que te mareen. Ni líneas perpendiculares o paralelas que se tracen. Los Otros dejaron de pensar en vos, y ya no existís. Te has borrado hasta de vos mismo. Te has amalgamado con el viento que va y choca de frente con el piso. Ya lo sé!, ésta mañana te levantaste y no te viste reflejado en la sección de policiales. En la última que te nombraron fue publicada hace un año, y por lo que se entiende quedaste atrapado en el papel. Sin embargo, conozco a “El Corcho”, un viejo amigo que quedó atrapado entre las asfixiantes burbújas dentro de la botella, aquella noche en donde fuimos a buscar estrellas entre las montañas y el dique.
La espera se vuelve cancerígena, y de mutuo acuerdo no se quieren, ni vos, ni ella. Se fastidian acompañándose en la habitación, y abajo pasan esos tan famosos colectivos rojos, de pura sangre!.
Es esperanza el saumerio, tiene el verde prendido a la piel, y roja su cabeza, parece estar por estallar!.
La madera, compañeros de ruta, sigue quemada, y seguirá por siempre, por los laureles que supimos conseguir!.
La banda se mediatiza, se proyecta, e impacta delante de Los Otros. Espero finalmente que el efecto sea positivo y que Los Otros se dejen cambiar, tan enfermizamente acostumbrados a la mediocridad, se dejen persuadir por lo distinto, por lo propio y nunca tan bien localizado.

todo es...

Todo pasa delante de uno, como una autopista llena de coches, hasta cuando metes la mano y te das cuenta que son solo luces. Es efímero, a la luz le llega la noche, la oscuridad, la soledad. A los autos les llega la esquina, les llega el choque inesperado, el accidente no pensado, sino hecho casi de manera natural, como un escollo en tu camino. No problem! Algunos vivirán en Jamaica, y fumarán yerba por más tiempo, y estarán allá, donde la vorágine no los toca. Mientras los mortales más australes sufriremos en nuestra queridísima, y bien ponderada ARGENTINA!. Todo es... yanqui! Todo y el es, verdadero, efímero, natural, y extranjero! La Quilmes se agota, se vacía, se pierde en la etiqueta de una nueva. Tu noche, casi sin estrellas, escucha como una verdadera hija de mil ochocientas putas! La noche, el día, el atardecer que me quitaste y los nenes que ya no me ven!. Parezco un fantasma, casi invisible. No obtengo el contacto, me han desterrado, ya no vivo del piso y de los minerales, soy una burbúja!!!!.
Todo es... a la vista de uno, tan superficial y espontáneo!. Pasajero sin boleto! Es así como va mi vieja vida! Sin ticket, sin factura ni de dulce de leche!.
Todo es como esa antigua bombucha de carnaval! Esa que siempre reventamos en una teta, o en el jean de un hermoso y curvoso culo!. Después vino la corrida, el grito, y no me acuerdo!.
Todo es insulso, incoloro, inoloro, todo es como el agua contaminada de la ría. En ese líquido al que le flotan extra-terrestres, extras de la mejor de Spilberg que supimos conseguir! Oh juremos con gloria morir!.

no C

No se si guardarte o escribirte. Hablarte, y desearte, y también amarte hasta la última gota. No se, te vez tan así, que no sé cómo te miro?, me vuelvo y converso con esa indefinición. No se si guardarte o escribirte.
no C ahora me escucha, y me eleva para mostrarme, me aparte y hasta me divide. Mientras tanto, vos te paseás.
Hoy no C caminó y se fundió en mi, se precipitó. Ésta vez no lo hizo como el último segundo de la primera vez, fue como el último segundo de la segunda. Fue final, y no C es infinito, o por lo menos así me contó.
Ahora hablamos, y no C ya no te mira pasar. Él se fija en mi, y nos batimos en pequeños túneles, en tubos de cortos centímetros transparentes. Ahora hablamos!, y no se si guardarte o escribirte.
Son las 4 y no C es impar, ésta hora la pago yo, así acordamos; o no C si va a ser capaz de volver a hablar. Te volvés, pegás la vuelta y te mostrás, exquisitamente bella, sabrosamente dulce, empalagosamente divina. No se si guardarte o escribirte.
No C respira agitado, cada vez más, hasta que se acerca – me mira – y suspira: “tratá de darle vida a tu vida, color a tu hoja en blanco. Así, de esa manera, verás el cuadro terminado, serás feliz”.
No C? No lo escucho!, no está. Y yo?, que me ha dejado? Dónde empezamos y dónde acabaremos?. No se si guardarte o escribirte?

martes, 2 de febrero de 2010

Me quiebro otra vez

Sabés qué? Mi cuadro se vuelve y se repite. Se devuelve y se hace otra vez, pincelada por pincelada, desde aquel lugar en donde se quebró por última vez, lo está volviendo a hacer.
Los sabios deben y seguirán siendo mercenarios, al igual que los artistas. La gratuidad defenestra la cosa, ya sea pública o privada, el gobernar la razón nunca fue para mí, ni tampoco lo es para vos. Las Pelotas que me tendrán que agarrar, la decisión ya no es prisión, se me hace ahora libertad, desmedida, fresca caricia que humedece tu zona erógena.
Sabés qué? Me quiebro otra vez, ante tanta falta de sensibilidad corrida por los segundos de la postmodernidad, ante tanto vicio mundano sin sentimiento, sin placer al eyacular.
Son las juanas escépticas, tus ventanas me abren los ojos al respirar exaltado. La calesita que da vueltas, no te preocupes, ya descargué la ruleta, en mi cabeza, en tu cabeza.
Las tormentas son de tierra, son confusiones, y las cuerdas de ella me vuelven a ahogar, ahorcan hasta desvanecer la última nota, en tu cabeza, se repite en mi cabeza. Me quiebro, y lo vuelvo a hacer.
Corro el bondi, me dormí, por eso lo persigo en mi coche, para chocarlo y cruzar las líneas. El fuego se hace hielo si lo probás, y te aseguro que después de eso son todas sombras.

martes, 19 de enero de 2010

prueba-ensayo

Desceparte. Para obtener tus principios y examinarte deliciosamente. Así lo tendré que hacer, para acallar esas voces que flotan por la noche dentro de la caja en la que me deposito.
Somos como sustancias isómeras, y tus propiedades hacen de tu personalidad un incompatible para con mi proyección. Me salí del tubo de ensayo, dejé de ser un hámster. Ahora soy ese científico malvado, el que siempre fui para vos. Con el que siempre lidiaste en tu laboratorio psíquico. Soy pasado retorcido que no termina de sangrar. Soy el detestable presente que te pica y con el que te arañas, y seguro seré ese futuro imborrable del que te arrepentirás.
Fue una prueba, y no la pasé. Nunca llegué a ser el que vos querías diseñar, y por el que tus ensayos no irradiaron valor, sino vacíos o malos acompañamientos. Llegué a ser justo el que no querías que fuera, pero por el que mataste para llegar a terminar haciéndolo. Ensayo que quedará acopiado en los recuerdos, en ese cajón del que nunca jamás te harás cargo. Fui yo el que se equivocó amor. Todo los pesos, hasta la cruz más inmensa, voltéala, ese es mi camino, me lo merezco, porque siempre lo terminé eligiendo. Despreocúpate y búscate un espejo que te soporte. El hartazgo golpea mi puerta. Esta vez lo haré pasar. Reconocerme en ésta nueva etapa será aceptar lo que siempre fui, y del que de ahora en más jamás renegaré. La dualidad, esa marea que llega y me ahoga, y hasta se confunde conmigo, los polos se intercambian en ese ida y vuelta vertical. No quiero ocasionar mas daño. No me quiero intoxicar más con mi confusión. Aléjate, será tu camino el de luz. Lo mío ya lo viviste, y lo padeciste, y me soportaste. Es que me estoy dando cuenta que soy así, justo como vos no querés que sea.

lunes, 18 de enero de 2010

zig-zag

Vas, venis, y parás para volver a arrancar, y seguís. Te ahogas, luego de 5 días volvés y apareces en una red casi anónima. Probas, te la jugás, compartís y hasta tu soledad ofreces. En una de éstas últimas noches sentiste miedo. Tu cuerpo se desencontró, titubeaste, reposaste y continuaste. Seguís zigzagueando, gambeteando indefinido, buscas la calma al temblar y aquella vieja adrenalina ya no te atrae.
Confundís enero con pleno junio, troqueas el 09 por el 10. Volvés a dudar, y es la duda que hace un pleno en tu pensamiento. No querés correr más, ni tirar, ni salpicar a nadie. Ansias la paz, para vos y los tuyos, un destello de felicidad. Sin embargo el vidrio continúa empañado, y volvés a viajar. Reencontrás aquellas dolencias, pequeñas gotas del sudor frustrado con el que planchaste tu vida durante una década.
Te encontrás con Domingo, ese día que te inmoviliza, y te tortura. Mientras, el astro se desvanece en el frente de tu frente lleno de edificios. Buscás un nuevo año que aún no se animó a venir. Esta puta desgracia te desvela, y encontrás solo pesadillas al cerrar las piernas.
Inmerso en un tratamiento que te trata como enfermo terminal, conjugás colores y formas con viejos recuerdos. Hace mucho que no lloras. De todos modos te rompes, y ellos lo perciben. Qué querés al querer? No cerras la puerta y abris más ventanas. La corriente te atrapa y te lleva por su camino. Chequeás tus sentidos, están intactos. Te volvés y reflexionás. Perdés tiempo. No se te desempaña la mirada. Seguís perdido. Como cuando dejaste de bailar. La fiesta se hizo sacrificio. Te convertiste, mutaste y ahora ellos te entregarán a su Dios. El ritual te desangra. Es el tiempo. Las paredes se trasladan con vos. Tus movimientos son lentos y predecibles. Tu obviedad te delata, y dilata ésta etapa inolvidable, y no por lo bella, sino por tortuosa.
Mostrás, te guardás y te ocultás. Sin embargo, los disparos te siguen dando. Te mataste, te juzgaste demasiado. La próxima jugada le corresponde. No querés perder más. Se acabó. Demasiada exposición. Si te quieren te vendrán a buscar. Si te quieren perdonarán tus torpezas y hasta tu enfermedad, para terminar perdonándose ellos por todo el mal que te hicieron.

miércoles, 13 de enero de 2010

monótono

Todo se vuelve, se choca contra sí mismo. Todo se torna discretamente aburrrido, de textura híbrida, sin color ni sabor. El resto aprecia indiferente.
Al sumergirse en gas, uno visualiza y dispara lo que siente o supone que acaricia sin meditarlo, sin saborear su costado, ni besarle la espalda. Lo tira y ya!.
Son momentos, y existen otros que pegan la vuelta, se ramifican y siguen por la paralela de enfrente, haciéndo burla. Todo es tan irreal, que creemos encarnizarlo al hacerlo realidad, tan subjetivo como la verdad!.
Monótono se vuelve el estado de quienes somos conscientes de que estamos quietos al dudar, o corremos al temer, al ansiar, o simplemente al exitarnos y volcárnos sobre la cosa de manera guasa.
Supe desde un principio que no ibas a responder a mi llamado. No es que no lo hayas visto, simplemente nunca lo entendiste. Pero lo que queda de mi (te aviso), está esperando tu infinita respuesta ausente.
Sabemos que nos amamos hasta quebrarnos de placer, hasta gastarnos, vaciarnos, y sequarnos con la sal y el sabor del quiero más. Todo aquello, más esto que tengo más a mano se volvió a no sé donde. Ya no lo tengo ni me posee. Es tuyo, o de nadie.
Todo es tarde, y nada parece ser tan temprano como para alcanzarlo. Todo es igual, es monótono. La nada no es, o más bien sí, es nada!. Entre esa distancia infinita, nosotros, y los otros, y también los aquellos y las fastidiosas otras!. Siempre las hay. Las otras no existen, los otros tampoco. La Nada. El todo. Monótonos. Solo vos y yo.

jueves, 7 de enero de 2010

D colores

Miles de luces encendidas bajo la noche. Parpadeos rojizos que serán testigo, cómplices, espectadores, o simplemente adornarán el último árbol navideño sin sacar.
Por qué no te cerrás, maldita canilla?. La madera se vuelve a quemar, como en otras tantas infinitas ocasiones. Volvemos a fojas cero. Esta historia ya la escribí.
Las naranjas se cayeron todas juntas, y desparramadas a lo largo de la ciudad, se ven alineadas. Las blancas no tienen programación, más bien desvarían.
El verde me acompaña en la soledad. Soledad vestida de verde y de beige, con algunas pinceladas oscuras, y hasta por allá a lo lejos se puede divisar un tímido amarillo. El celular dormido, la pantalla callada y el equipo mudo son los tres compañeros de grado a los que en algún tiempo quise, y ahora se me vuelven indiferentes. Los nombres ya no conjugan con los apellidos, y los verbos pierden fuerza.
Se extraña una mañana, se anhela también una tarde, pero sobre todo se desea la noche. Pareciera ser ella, sin las demás. La guitarra continúa sin despertar, se ve que la cansé. La tribu es par, y no creo en las coincidencias, soy profeso de las líneas del tiempo, del tiempo lineal, de las rectas; sin embargo, me siento pegando la vuelta en un punto elevado de un círculo, o será la esfera con la que ella se recrea y golpea cruelmente contra la pared, al ritmo de las agujas que se sumergen en mi piel para dar amor y eternidad. Es helor, el calor no existe. Quedé perpetuado en su estuche, tratando de guionar el prospecto sin saber que fui veneno. He llegado a venerarla, mi respeto sigue siendo profundo, y reconozco mis pecados, y me doy cuenta así que soy humano. Sí! he errado, he abatido mi bien en más de una jugada, como así también he pagado doblemente su espesura, su ácido protocolo, y sus híbridas conclusiones. Estoy obteniendo parcialmente palabras sin color, y de color quiero pintar mi vida, de sabores quiere inundar mi boca, de pesadillas quiero bañar mis sueños. Me estoy librando de mi atadura, ella ya me ahorcó cuando quise besarla. Ella disparó y me mató primero cuando volví a buscarla.

lunes, 4 de enero de 2010

entre (canción)

Espacio oscuro,
cielo de misterio
y de otros acordes,
solo nuevas voces.

Entre, en tu vieja
y tu nueva sensación,
entré, y nos vi,
separándonos del ayer.

Entré, y me sentiste,
placer por lágrimas,
volvés a pegar,
siempre en donde me perdiste.

ESTRIBILLO
Déjate,
mirame,
sienteme,
para empezar de nuevo el juego.

domingo, 3 de enero de 2010

Así empezamos...

Se hace sentir!. Enero está entre nosotros. Como casi siempre después de Navidad, a lo que se le suma en ésta ocasión un viento redundantemente caluroso.
Entre las idas y venidas, alocadas por cierto, y que caracterizan a la histérica sociedad en la que nos movilizamos, existe un paráte, un congelamiento de nuestra imagen que nos encuentra solos, evitando sentirnos de esa manera, tratando de huir, y de pensar en qué es lo que tenemos que hacer para completar una agenda vacía.
Están los que ya disfrutan de las olas, o de las sierras. Están los amantes de las piletas, ahora únicamente de las de grandes dimensiones, ya que la crisis, como todas las crisis, solo afecta verdaderamente a los que menos pueden.
Estamos los que sin aprovechar, nos inmovilizamos y nos perpetramos en nuestras guaridas, tratando de narrar en pocas líneas todos aquellos escenarios posibles que trae aparejado éste Enero.
Descubriendo a The White Stripes, a través de su Icky Thump seguimos ilustrando nuestra grilla musical, esperando algún día dominar a la guitarra sin que ésta nos esclavice y nos hostigue.
Últimamente, no reparamos en cultivar a nuestros lectores, pero hemos sabido apreciar a Ray Charles, como así también a Hey Venus!; existos de los Beatles desde la música de la película de Iam Sam; Kaiser Chiets; Supergras; Placebo; y The Verve.
Se han compartido y distraido momentos y actores, situaciones ya vividas y algunas hasta con cierta cuota de diferencia.
Hemos escuchado luego de mucho tiempo la cálida voz de un viejo y siempre bien recordado AMIGAZO, Raúl Besano.
Hemos visto el espejo mi querido Liso. Estamos solos. Estamos a la espera. No es época de hacer, sino más bien de aguardar, de reencontrar, de apreciar y de distinguir para poder, al fin y al cabo, separar y afianzar nuestro próximo paso con total seguirdad. Todo un año se dimensiona por delante. 200 años se van a cumplir de aquella independencia. Una instancia que invita a evolucionar y madurar.