jueves, 8 de abril de 2010

viajante II: Las Lágrimas Ahogadas

No me contestaron, ni aún más ahora!. Has pensado alguna rar vez en quitarte, borrarte de ti y de tu figura y acallar a tu corazón?. Has pensado en tirar tu alma y cosificarla para poderla destruirla en pedazos, sin que llegue ni uno de ellos al suelo? Yo sí!.
Y tal vez por eso no lo hice, porque lo pensé. Los pensimientos no se piensan y tampoco hay que esforzarse para lograrlos, simplemente se sienten. Es un grave error que me ha llevado hasta donde estoy, y me ha tirado sin pedido de secuestro.
He también viajado a través de mi soledad, y de mi patético estado del sin apetito, rodeados de diccionarios híbridos y de libros y manuales de la mente insulsos, inoperantes. Pasarán sin derribar la torre, los he visto chocar en el cielo. Aquellos pájaros nunca se detienen en la estación de la felicidad, ni un segundo bajan para verse las caras una vez que están volando sobre una discusión, o pelea de esas interminables. Con sus filosos picos han sabido destruir el nido que los acobijaba y han dejado a sus pichones a la vista de sus más infelices comensales. Los dos fueron a ahogarse a un charco que sobró de la última lluvia de verano.
Viajé más al sur que al norte, donde están las águilas. Soy más admirador del halcón. Escuché finitamente tu último ensayo, ese que grabaste para no volver a repetirlo por lo malo que te salió. Hemos sido y somos dos lágrimas ahogadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario