jueves, 19 de agosto de 2010

Gripe

Ante los pormenores que lo hacen a uno débil frente a la enfermedad, frágil ante la vida, y potencial riesgo para con los demás, te guardás y te vas aislando en un mundo todoglobalizado. Algunos se acercan sin temor, otros ya se olvidaron antes.
Aproveché mi circunstancialmente ausencia interplanetaria para recorrer El Interior del país con Caparros. Me distraje algunos minutos con la santa televisión, y hasta pude reconciliarme con mi cama. Sin embargo, y pese a la eterna cantidad de horas que dormité, sigo cansado.
La tarde se hace noche, el día se escapa por el horizonte, y la ciudad sigue con su rutina. Me deposito sobre la silla y acomodo mis yemas sobre las teclas para encontrarnos en algún recuadro escrito.
Pese a que la “A” ya se fue o dejó de ser pandemia para la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), o aprovechable para los termómetros comerciales de los laboratorios, las gripes que quedan con nombre de desaprobadas, deben ser “B”, o “C”, pegan fuerte.
El enfermo se vuelve ausente, se desconecta, se aísla y si puede se vuelve analista. Del controvertido matrimonio igualitario, pasamos en la agenda al 82% móvil. Pobres los jubilados! Y pobres también los que vamos camino a serlo. Por casa seguimos postergando un injustificado aumento del servicio de colectivos, si nos basamos en la calidad de servicio que se presta. Todo lo demás por las nubes. La inflación, un mal disimulado por el Gobierno de turno, no se hasta qué punto.
De nosotros y de aquellos, de lo que estamos por hacer, si nos dejan, de eso me gustaría ladrar un poco en éstas líneas, pero mis fuerzas intelectualoides llegan hasta acá. Las naranjas y las frutillas decoran el escenario. La noche es una torta cálida y a la calle semitransitada, la manga que la decora con crema se refiere únicamente a la alta suciedad. La fresca entra por la ventana, junto con una moto y un par de carros a nafta, gas oil, o gnc. La compu se apaga escuchando a Divididos. Un clásico para levantar y recordar momentos puros de rocker.
Hasta la próxima entrada, un chau! y en el próximo post no encontramos. O al menos, imagino que así lo hacemos, pese a las gripes sociales que nos dividen, nos afectan negativamente y nos individualizan demasiado.

martes, 17 de agosto de 2010

El Chucho

Volví al papel, porque la pluma se hace tinta. Escuché las palabras que jamás te dije. Me las escuché en frente tuyo. Porque te las soplé en el celular. Porque existió un “one”, y también fue “con o sin ti”.
Lo siento, él es así. Un revelde. Irreversiblemente contradictorio. Siempre vuelve al bosque, porque se hizo canción allí. Sus árboles, sus verdes y también los blancos fueron producto y consecuencia de su primer hogar. Un nido de ilusiones que el “destino” hecho viento huracanado se encargó de destruir.
Se cruzaron!. Qué película vas a elegir? La paz se tiñó de guerra santa. El cielo se miró en el mar, y vos, colgado de una nube fuiste la mancha que se limpió del espejo.
Terminas siendo lo que odio, y con razón. Con la poca coherencia que renguea sobre tu desierto gritando piedad. No cambiás más!.
Infiel es la felicidad, aunque nunca le di una oportunidad. Los domingos son suicidas que me invitan una copa, y yo, redoblo la apuesta, juego un truco y se sale con flor.
Ellos vienen detrás de mí, y no me quiero ir dándoles la espalda. No quiero generarles vacío sin llegar a ser para ellos lo mejor de mí.
A continuación , me inspiro en texto para la artística:
“Quiero agradecer a: mi amigos, los ánonimos de siempre, y a mis anónimos de todos los días, y a las que sin conocer se acuerdan de mi, a todos lo que están por venir, ya cuando yo no esté. A todos en el ninguno de la masa. A vos, mi yo preferido. Gracias por el nada. RADIO SÓTANO. Usamos los mismos códigos”.
El sótano se conduce en automático, desde el encuentro, en el cruce, la esquina.
“Piso:El sótano, Departamento: De la esquina, donde el arte bahiense siempre se encuentra”.
“Mi dirección es tu memoria, y mis luces tu puño en alto. RADIO SÓTANO. La Identidad es subterránea”.
“La radio, es allí donde está la proyección, la próxima escena. Un corto que se vuelve clásico. Un clásico que no muere nunca. Tu canción está aquí, en el aire del sótano”.

jueves, 12 de agosto de 2010

Harto

De mi y de los demás, menos de la SOLEDAD.
Algunos dirán que a veces le tenemos miedo a la soledad porque estando con ella, solemos hablarnos de lo que, por comodísimos, nos evadimos en nuestra vida. Otros, en cambio, afirmarán que "antes de amargarme con terceros, prefiero disfrutar la compañía de la soledad".
Fría, muda, casi invisible pero muy espesa, "la soledad es la única que nos entiende y nunca jamás cuestionará todo aquello que pensemos". Es también nuestra única aliada cuando le proclamamos la guerra al mundo.
Las soledad es un buen lugar para encontrarse, pero uno muy malo para quedarse. Tiene cara de persona y cuerpo de lugar.
"La soledad solo es aconsejable para balances espirituales y para filtrar lo que nos sobra", como si fuese una contadora de nuestras vidas.
Bien pensado está, decir que la soledad no es el silencio, sino el reencuentro consigo mismo. Ese reencuentro que nos lleva hasta las profundidades de nuestro principio, de nuestro comienzo como sujeto. Es una cuenta regresiva, desde la recta final hasta la línea de partida.
"La soledad es estar rodeado de gente y sentirse sólo", puede ser ésta afirmación la que se aproxime más a la significación que le designo a la soledad, soledad como hartazgo hasta de mi mismo.