martes, 17 de agosto de 2010

El Chucho

Volví al papel, porque la pluma se hace tinta. Escuché las palabras que jamás te dije. Me las escuché en frente tuyo. Porque te las soplé en el celular. Porque existió un “one”, y también fue “con o sin ti”.
Lo siento, él es así. Un revelde. Irreversiblemente contradictorio. Siempre vuelve al bosque, porque se hizo canción allí. Sus árboles, sus verdes y también los blancos fueron producto y consecuencia de su primer hogar. Un nido de ilusiones que el “destino” hecho viento huracanado se encargó de destruir.
Se cruzaron!. Qué película vas a elegir? La paz se tiñó de guerra santa. El cielo se miró en el mar, y vos, colgado de una nube fuiste la mancha que se limpió del espejo.
Terminas siendo lo que odio, y con razón. Con la poca coherencia que renguea sobre tu desierto gritando piedad. No cambiás más!.
Infiel es la felicidad, aunque nunca le di una oportunidad. Los domingos son suicidas que me invitan una copa, y yo, redoblo la apuesta, juego un truco y se sale con flor.
Ellos vienen detrás de mí, y no me quiero ir dándoles la espalda. No quiero generarles vacío sin llegar a ser para ellos lo mejor de mí.
A continuación , me inspiro en texto para la artística:
“Quiero agradecer a: mi amigos, los ánonimos de siempre, y a mis anónimos de todos los días, y a las que sin conocer se acuerdan de mi, a todos lo que están por venir, ya cuando yo no esté. A todos en el ninguno de la masa. A vos, mi yo preferido. Gracias por el nada. RADIO SÓTANO. Usamos los mismos códigos”.
El sótano se conduce en automático, desde el encuentro, en el cruce, la esquina.
“Piso:El sótano, Departamento: De la esquina, donde el arte bahiense siempre se encuentra”.
“Mi dirección es tu memoria, y mis luces tu puño en alto. RADIO SÓTANO. La Identidad es subterránea”.
“La radio, es allí donde está la proyección, la próxima escena. Un corto que se vuelve clásico. Un clásico que no muere nunca. Tu canción está aquí, en el aire del sótano”.

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