martes, 1 de junio de 2010

Des-end-concierto

Aflojaste unas cuantas cuerdas para dejar caer una nueva melodía desafinada, que entre piruetas y viejos nuevos versos se hizo canción.
Acordaste acordes de una memoria inimaginada con ritmos desaceleradamente inquietos. Has dejado los colores para remitirte al blanco, y de vez en cuando al negro. Has infraccionado semáforos, arterias, venas y puentes colgantes; vías y avenidas, subidas y bajadas despolarizadas en dos. Has sabido perder todo lo que sabías para ganarte nuevamente la ignorancia, y desde aquel estado natural vienes levitando en falso hasta enderezarte, doblarte y volverte a quebrar. Has guardado vacíos que jamás llenarás, porque lo completo lo has dividido hasta su mínima expresión en millones y millones de años, a galaxias y mundos paralelos de distancias incalculables. Es allí donde lo vivo se vuelve sordo, se parece ciego, y se inmortaliza en la nada hasta que se cree en ello. Falso, todo lo verdadero será relativo, inconcluso e inexacto, porque lo imperfecto es perfectamente imperfecto, eso la hace vivo y dinámico, divino y sagrado. Estás cansado de estar soñando despierto, cuando dormido y oscuro te volvés demonio. Estás aburrido dentro de tu mente, enjaulado en un envase al que llaman cuerpo, delimitado por tus imperfecciones humanas. ¿Acaso te has sabido ver y creerte un animal simbólico? La humanidad es humana porque mata la naturaleza, lo antinatural se vuelve falso progreso, la casa está cansada de alojar a su propio asesino. Lo verde se vuelve rojo, se quema, y no por ser marihuana. Lo blanco se vuelve frío y agua que ahogará las esperanzas. Será el reinado de la muerte. No lo quise decir, lo siento permanentemente. Es que lo latente se está poniendo de manifiesto, y cada vez con más necesidad, con más aceleración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario