miércoles, 29 de septiembre de 2010

un 29, casi 30...

Preferiría verlos llover, a todos en uno solo, derramando sangre desde mi perversidad, llegando hasta los 30 para colmar tu vaso y volcar.
30 días nos separan de los 30 años, hoy un 29. Miércoles, día d...
La discursividad, devenida un discursividad hipócrita que reina por estos tiempos, deconstruida por los agentes de la máquina de impedir de siempre y vulgarizada a través de un tamiz represor y dominador por el núcleo duro del poder conservador, se vuelve frustrante, y desnaturalizada. Y en la red de relaciones sociales que se propone, como instancia superadora, dinámica, democratizada, y hasta si se quiere revolucionaria y anti-sistema, nosotros, los peces de siempre, quedamos pescados, colgados, atrapados y asfixiados.
Modelos de gestión que hacen pie en viejos mecanismo obsoletos para perpetuarse en el poder con aires frescos de participación ciudadana y popular. Quizás sea mi mirada ennegrecida, quizás, tal vez, no sea tan errada.
Preferiría verlos llorar, a todos en uno solo, apretándose en un abrazo, extendiéndose la mano, volviendo a ser lo que nunca fueron.
Preferiría volver a ser casi un 29, 30 años atrás, y seguir esperando el momento.

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