viernes, 16 de julio de 2010

Blanca y mágico: otro julio gélido

Fresco, pero sin que el frío te toque vas patinando sobre la escarcha de la mañana. Te sacás la sábana de los ojos y su perfume de pétalos. El sol sobre la calle y el reflejo de otro día. Las aves se dejan acariciar y llevar a la rastra por un jamaiquino viento que no viene desde el mar.
Volviste entre sus piernas a estar, y a nadar por la orilla de sus labios. Y entre las pesadillas aparezco y me vuelvo carne de mis pesadillas. Y los sueños?
Es, se hace y vuelve a nacer, y se pierde para encontrarse y reconocerse perdida por el amor. Olvidadiza, mi suspiro no alcanza a agradecerte la magia, y tu saliva es miel, un tanto menos empalagosa, pero dulce. Y las hojas, y las nubes, todo trasciende más allá del cristal, entre los segundos de una eternidad con vos, entre extrañarte y retornar fresco, y volver a empezar...

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