lunes, 7 de diciembre de 2009

Desmayo Amistoso

Pensábamos juntos cómo corno concluir nuestra “súper-canción”, y de repente tuve un golpe (sin botas, ni armas) contra el presente y perdí la realidad.

Mi cabeza, en poquísimas palabras, fue a parar al césped del sol, mientras que el resto de mi errante cuerpo, convertido en un trozo de carne muerta por la sequía que nos acecha, cumplió con la teoría de la gravedad y se depositó sobre los baldosones del patio del sol.

Malditas pastillas!!!, y Gracias a mis secuaces pudimos continuar el plan, un plan que no sería para escapar, ya que los muros que teje y desteje nuestra mente, a veces se hacen infinitos, sino para tratar de dejar plasmada en paper junto a Flemita una simple canción de la que luego terminarían participando casi de manera directa Diego y Ser.

Paréntesis a parte en éste mini-relato para Hernán, un Dios entre los ángeles que me cobijaron aquella mañana de presión 9-6, un desmayo amistoso y pasajero.

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