lunes, 7 de diciembre de 2009

Amistosa Traición

N o toques nunca en el corazón a tus futuros rivales!, me dijo la voz, y se fue entre el viento y las sombras que se trazan antes de llegar a ser paralelas infinitas. Me tuve que contener, como lo hago en casi todas las escenas de mi película de bajo presupuesto de éste maldito noviembre y dejarlo descargar su ira, caso contrario reconozco que no tengo, al día de la fecha, ni la más puta idea de lo que hubiese sucedido. También debo admitir, y sin titubear, que “la cosa iba a terminar mal”. Tampoco sé, si éste enfermo y nefasto sujeto (si le cabe el término), sería capaz de congeniar una posible chicana ante mi inmediata “alta”.

Aquella “escena”, aislada por cierto del guión original, hubiese sido mejor rodarla con extras insensibles que se comiencen los sesos, como una mala y peor película recordada. Tal vez, aquel día hubiésemos conocido la verdadera ira y el franco cólera de éste loco y maldito BI-POLAR.

Lo claro y cierto de todo éste rollo mal y precozmente develado es que jamás le hablaría, y lo ignoraría totalmente.

Aclaro que tendrán que tender millones de redes para pescarme, y mucho más creíbles que esa estúpida farsa, al igual que un inexpresivo fin de semana. Por lo pronto, seguiré agonizando dentro de la caja con forma de corazón.

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