miércoles, 4 de enero de 2012

La Urgencia y Los Exploradores de turno

Liso, Alfred, Chronos, y otros tantos a los que no prefiero nombrar, de vez en cuando se reúnen con Joseph. En el ínterin de dichos encuentros, se genera y se acumula un sinfín de hechos anímicos noticiables, que luego se editan y se imprimen en aproximadamente 30', y con una periodicidad semanal.
Los dos últimos números de éste pasquín, ni siquiera se han concebido en el útero de una posibilidad, y la necesidad de redacción de un escritor-lector, conjugada con el ímpetu comercial de vender pasado para comprar futuro, hoy, y por éstas horas, se ha vuelto insostenible.
El agobiante calor hace padecer más aún la espera, inmerso en el centro de una rutina que estanca y empantana todo tipo de raza, marca y color de ganas.
El cuarto se vuelve una dimensión más, más allá de las convencionales, detrás de una mesa y una especie de sillón reclinable. La temperatura de ambiente sienta bien a la confianza, por lo que inmediatamente se abre el juego, se prende el motor, y viajamos todos juntos al interior.
En la maraña de la araña con más de ocho patas, jugamos a ser insectos, y dialogamos latentes o manifiestos con el Sr. Inconsciente. Median estados y patologías, diagnósticos que no son, herramientas humanas y sustancias materiales, sensaciones y otros mundos relacionales. Afloran tiempos fuera de una secuencia lineal, todo se vuelve experimental.
La nada como oportunidad inspiradora, los Otros como pequeñas Islas, el vacío como un recipiente insaciable, la fusión del científico loco que nunca llega, o se pasa, ¿y el punto?. ¿Cuál es?.
Debe ser un punto, una mínima particula de expresión sentimental la que retuerce el cuello de botella de "algo" que indefinidamente se zamarrea y no quiere emigra, salir, terminar.
(continuará...)

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