viernes, 3 de junio de 2011

De latente a manifiesto. Para cuándo?

Sin salir, ya se anuncia entre la neblina y los versos voladores que soplan en una nueva fresca mañana de junio sobre El Salitre. La Bahía Blanca, la mayoría de las veces no dice nada, es indiferente, se calla, se planta y da la espalda. En realidad, este sujeto colectivo de tipo vegetativo está conformado de cientos de miles de individualidades, y se baña en la puerta trasera del mar, junto a su idiosincrasia, y su particular identidad conservadora.
Si bien en los últimos años se ha generado cierto dinamismo refrescante e innovador, motorizado por algunos vectores culturales transversales, las mentes que se ilusionan con un cambio brusco y repentino, van a tener que ser más que pacientes. Los cambios profundos no son a corto plazo. Si bien el trabajo es arduo, si la orientación es la correcta, las variaciones generarán accidentes históricos que serán pequeños quiebres en la cotidianidad de la rutina, por momentos de metrópolis, y por otros grandes y extensos cuadros, similar a un pueblo pasivo.
Creer, es el envión, reconocerse y unirse, traerá como resultado la fuerza transformadora hacia un objetivo común.
Saludo a todos los que piensen algo, muy parecido a lo que siento y describo en estas anteriores líneas.
Buenas!

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