La cosa se vuelve más ella. Se potencia en los otros, y todo se vuelve cosificado. Los absorbe, los fagocita, los devora, los traga sin llegarlos a sentir. La cosa es vacío, es nada, es indefinido. La cosa, de apariencia hermafrodita, hipotecó su alma al Herma- Ke.
La cosa se percibe... así.
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