martes, 25 de enero de 2011

Medusas


Un banco interminable de medusas nos separan. Colaboran algunos personajes innombrables, el Rey Sol, sus altas y sofocantes temperaturas, y un rengo Fiat que me mira de reojo, como si fuese la encarnación de un pasado que no termino de matar.
Se nos alargan la distancia y los días, y la sucesión de hechos poco fortuitos. De segundos se hace una cruz inmortal, la misma que depositada sobre la espalda se vuelve cáncer, los extraño!.
Aquel pueblo sobre la 33, ese lago ensalitrado y sus patitos haciendo la plancha. Un atardecer, algunas canciones, un amor a puro rock que se vuelve indispensable.
Las medusas harán el rol de radares carceleros, pero tengo un plan para concretar el escape perfecto.
Las térmicas de mis enojos son cada vez más elevadas, como el monte que sostiene nuestros crepúsculos. El año comienza caliente, como la tierra, y mis ojos perplejos e inmóviles, guardan sobre la retina un desenlace anunciado.

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